La historia de Apple contra los fundamentos cristianos viene de lejos. Tal y como señalan desde el portal católico Zenit, ya en noviembre de 2010, Apple revocaba el visto bueno dado a la aplicación Declaración de Manhattan. Se trata de una declaración de las creencias cristianas sobre el matrimonio, la santidad de la vida y la libertad religiosa. La razón dada en aquel entonces fue que uno de los puntos de la declaración, relativo a los dilemas que plantea la homosexualidad, era, para la empresa fundada por el malogrado Steve Jobs, como «ofensivo». Sobre este mismo asunto, apenas un año más tarde, Apple eliminó de sus servicios la aplicación de Exodus International, una institución cristiana que ayuda a las personas que así lo desean a dejar el estilo de vida homosexual. Apple, en aquel momento, declaró que «violaba sus directrices». Otro de los episodios fue la eliminación de la Christian Values Network, un portal que financia organizaciones caritativas.
Uno de los casos más recientes fue la eliminación en China de sus plataformas digitales la Biblia. El régimen comunista de Xi Jinping, uno de los grandes agujeros negros en nuestro planeta para la libertad religiosa, retiró los permisos de divulgar el Evangelio y las Sagradas Escrituras en el subcontinente asiático. Distintas voces cristianas recriminaron una mayor contundencia contra esta política hostil, pero Apple no ofreció resistencia.