Putin exige para Rusia la iglesia Alexander Nevsky, en Jerusalén
Una misiva le recuerda a Israel los compromisos de su ex primer ministro en 2020
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, exige para su país la propiedad de la iglesia Alexander Nevsky, situada en el casco antiguo de Jerusalén. En un comunicado que el propio mandatario ha enviado al primer ministro de Israel, Naftali Bennett — en el cargo desde 2021— , le recuerda que fue un compromiso pendiente de su antecesor, Benjamín Netanyahu —primer ministro de Israel desde 2009 hasta 2021—.
La disputa sobre el país propietario de ese templo, también conocido como la Catedral de la Santísima Trinidad y perteneciente a la Iglesia Ortodoxa Rusa en Jerusalén, resurge ahora después de que Netanyahu prometiera a Putin cedérsela a Rusia a raíz de la liberación en 2020 de la israelí Naama Issachar de una prisión rusa condenada por posesión de drogas.
Fue el 30 de enero de 2020 cuando Issachar, entonces de 26 años, regresó a su país después de un año de su detención — 9 de abril de 2019 —en el aeropuerto Sheremétievo de Moscú, mientras viajaba desde Nueva Delhi hacia Tel Aviv, luego de que los guardias encontraran cannabis en su mochila.
La Catedral que Putin exige para Rusia, de estilo neo-bizantino, pertenece a la Misión Rusa del Patriarcado de Moscú. La tierra donde se localiza fue adquirida para construir una iglesia dedicada a la Santísima Trinidad el 30 de agosto de 1860. La iglesia fue terminada en 1863, pero solo consagrada por el Patriarca de Jerusalén, Cyril II, el Archimandrita de la misión, Antonin Kapustin, y cuatro sacerdotes en 1872.
En su interior, se veneran especialmente dos iconos: el de la Anunciación que se transporta cada año durante tres meses al monasterio ortodoxo de Ein Kerem, en memoria de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel. Por otro lado, se encuentra el icono de San Nicolás, ofrecido en 1910 por los peregrinos que llegaron en el barco Kornilov. El buque había sido atrapado en una fuerte tormenta en la ruta de Odessa a Jaffa, y la calma restaurada había sido atribuida por las oraciones ante el icono del santo patrón de los marineros.