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La congregación de San Sebastián, en Katuwapitiya, recuerda a las víctimas de los atentadosAFP

Cristianos perseguidos

El Papa recuerda a las 290 víctimas de Sri Lanka del mayor atentado contra los cristianos en décadas

El arzobispo de Colombo, Malcom Ranjith, ha celebrado una Misa conmemorativa en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. El Papa ha recibido a algunas familias de los afectados

El Domingo de Pascua de 2019 las parroquias católicas de Sri Lanka estaban llenas de fieles. Diversos terroristas suicidas se presentaron con mochilas bomba que explotaron dentro de dos templos, uno en Colombo, la capital, y otro en Negombo, una ciudad de fuerte presencia cristiana. El resultado fueron casi de 300 muertos en el acto y cientos de heridos, que se sumaron a otros atentados en hoteles.

Tres años después de ese día, el lunes 25 de abril el arzobispo de Colombo, Malcom Ranjith, ha celebrado una Misa conmemorativa en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. Al finalizar, el Papa Francisco ha recibido a familiares de víctimas y supervivientes de los atentados, venidos desde Sri Lanka, que siguen clamando justicia. El Papa les ha asegurado que «frente al horror y el sin sentido de algunos actos, que parece imposible que los hayan cometido seres humanos, parece evidente la obra del Diablo».

En este segundo domingo de Pascua, el obispo de Roma ha afirmado que, a partir de esa presencia del Maligno «entendemos porqué el Hijo de Dios, el Inocente, el Santo, el Justo, ha muerto crucificado para salvarnos. No solo ha sufrido la muerte, sino la crueldad del mal, del odio, de la violencia fratricida». Ante un grupo conmovido de familiares de víctimas y supervivientes de los atentados, algunos en silla de ruedas, el Papa ha recordado que «la Cruz y la Resurrección de Jesús son luz de esperanza en los momentos más tenebrosos».

Sri Lanka vive una profunda crisis económica, que afecta directamente a la población más vulnerable. Una realidad que ha llevado a numerosas protestas contra la corrupción del Gobierno, incapaz de reanimar la actividad. En este clima de inestabilidad, la exigencia de justicia por parte de los católicos apenas encuentra eco en las autoridades nacionales.

El cardenal Ranjith, que fue clave en los días posteriores a los atentados por su mensaje de paz y reconciliación, no se ha cansado de denunciar la falta de transparencia del Gobierno. La investigación sobre los atentados ha llevado a la detención de numerosas personas, pero presenta muchos huecos sobre la inacción o complicidad de las autoridades. De hecho, en la Basílica de San Pedro, Ranjith aseguró que «actualmente se ha encontrado una matriz política en los atentados, al margen del origen islamista».

El propio cardenal denuncia que «existe un alto nivel de corrupción y muchos dicen que quienes gobiernan han robado y se han enriquecido, mientras todo el país se empobrece. Hay un grito de protesta que el gobierno ignora». Por ello, el Papa, también ha pedido rezar para que se encuentren soluciones políticas a los problemas que atraviesa este país situado al Sur de la India. Y ha terminado con un llamamiento a las autoridades, para que «por favor y por amor a la justicia, por amor a vuestro pueblo se aclare definitivamente quienes han sido los responsables de esos hechos».

Afectados por los atentados prenden velas desde Sri Lanka en señal de respeto a las víctimasAFP

Una minoría perseguida

Los católicos, que son apenas el 7 % de la población, cuentan con prestigio social debido a sus estructuras educativas y hospitalarias. La herencia de la colonización portuguesa es positiva y se demuestra en una vibrante comunidad, que supo estar a la altura de la circunstancia tras la masacre de Pascua de hace tres años. Junto a algunos de los supervivientes, hoy en la Basílica de San Pedro se han dado cita decenas de compatriotas que viven en Italia.

Frente a los problemas que afrontan los fieles, la comunidad católica no se encuentra sola. El cardenal Ranjith asegura que «siempre hemos colaborado con todos los líderes religiosos y, de hecho, en el aniversario de los atentados de Pascua han estado presentes monjes budistas, musulmanes e hindúes para conmemorarlo juntos». Es algo que ha gustado especialmente al Papa, quien ha tratado de aportar algo de consuelo a quienes vivieron el mayor atentado contra cristianos de los últimos años.