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Carlos Amigo, durante una de sus intervenciones de los últimos años en el Foro de la Nueva EconomíaEFE

La Iglesia española llora la pérdida del cardenal Amigo

Esta mañana la archidiócesis de Sevilla daba a conocer el fallecimiento del que fuera el arzobispo emérito de la ciudad hispalense tras un año cargado de infortunios relacionados con la salud de Amigo

Una de las figuras más reconocidas de la Iglesia española de las últimas décadas se ha «reunido con el Señor». El cardenal Carlos Amigo Vallejo fallecía después de una complicación derivada de su última intervención quirúrgica que tuvo lugar este pasado lunes en la zona pulmonar.

Al conocerse la noticia, las reacciones por parte de sus colegas obispos no han dejado de sucederse en redes sociales. Según ha informado la propia Conferencia Episcopal Española (CEE), una vez confirmado el deceso, los prelados han rezado un responso por su alma y eterno descanso.

Uno de los primeros en pronunciarse ha sido el actual arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, que en su cuenta particular de Twitter decía: «Don Carlos Amigo ha completado su peregrinación en la tierra. Descanse en paz el siervo fiel que ha entregado su vida a Dios y a los hermanos. Nuestra Señora de los Reyes y San Francisco te reciban. Gracias por tu palabra y por tu ejemplo».

«Agradecido por su vida y testimonio»

El presidente de la CEE, el cardenal Juan José Omella, se unía «en la oración con todos aquellos que lloran la pérdida del cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla. Rezo por el eterno descanso de un hombre bueno, fiel y entregado a la Iglesia». Poco antes, el vicepresidente de la CEE, el cardenal y arzobispo de Madrid Carlos Osoro, daba «gracias a Dios por la vida y el testimonio del cardenal Carlos Amigo, que vivió con nosotros, en Madrid, sus años de jubilación. Rezo por su eterno descanso».

Amigo ya tuvo un percance que le lastró durante los últimos meses precisamente en la celebración de las bodas de plata episcopales de don Carlos Osoro, cuando antes de comenzar la Misa, sufrió un accidente que, más tarde, una vez trasladado al hospital, pudo confirmarse que el cardenal Amigo tenía rota la cadera. El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves; el obispo de León, Luis Ángel de las Heras, y otros tantos prelados españoles, reunidos ahora en la última Asamblea Plenaria del curso, se han sumado a las oraciones y al luto que deja consigo la muerte de aquel que fue desde 1982 testigo y pastor de la archidiócesis de Sevilla.

Por otro lado, el Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla ha lamentado la muerte de Amigo Vallejo, de quien ha destacado que fue un «hombre bueno», que «como pastor se entregó en cuerpo y alma a las hermandades y a la Iglesia».

El cardenal Amigo, junto a los Reyes de España, durante el funeral de la duquesa de AlbaEFE

Juanma Moreno: «Un cardenal abierto»

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, lamentaba al conocer la noticia la pérdida de la Iglesia sevillana y recordaba que Carlos Amigo fue un cardenal «abierto a los cambios de la sociedad, valiente y firme en sus principios».

Así lo destacaba en la red social de Twitter tras conocer el fallecimiento del prelado, de quien también destacaba que se trataba de «un hombre dotado de un carisma excepcional». «En él encontré siempre afecto y cariño», ha añadido Juanma Moreno, que ha concluido su comentario enviando su «pésame a su familia y a toda la Iglesia de Sevilla».

Por su parte, Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, ha tenido un gesto con el cardenal Amigo, al tratarse de un vecino de la localidad de Medina de Rioseco, en la provincia de Valladolid. «Orgulloso y enamorado de su pueblo. Dedicó su vida al servicio pastoral. Una gran pérdida para Castilla y León y para la Iglesia. Mi cariño y sentido pésame a su familia y amigos».

Sobre Carlos Amigo Vallejo

El cardenal Carlos Amigo Vallejo nace en Medina de Rioseco, provincia de Valladolid, el 23 de agosto de 1934. Inicia sus estudios de Medicina en la Facultad de Valladolid, que pronto abandona para ingresar en el noviciado de la Orden de Hermanos Menores franciscanos. Se ordena sacerdote y, en Roma, cursa estudios de Filosofía.

Destinado a Madrid, compagina los estudios de Psicología en la Universidad central con el profesorado en centros de educación especial. Imparte clases de Filosofía de la Ciencia y de Antropología. En 1970 es nombrado Provincial de la Provincia Franciscana de Santiago.

El 17 de diciembre de 1973 es nombrado arzobispo de Tánger y el 22 de mayo de 1982, de Sevilla. Estuvo al frente de esta sede hasta noviembre de 2009.