¿Por qué a Putin sí le interesa lo que dice o hace el Papa Francisco?
La diplomacia vaticana y la autoridad moral del Santo Padre son respetadas internacionalmente
Cuando comenzó la invasión de Ucrania, hubo quien sostuvo que su ejército había resistido la primera ofensiva de los rusos gracias a la preparación por parte de militares norteamericanos. Un experto en conflictos internacionales recordó que esos mismos soldados norteamericanos llevaban años entrenando a las tropas de Afganistán, que se rindieron masivamente en dos días frente a los talibanes.
La motivación de las tropas, estar convencido de que luchas por una causa justa, es fundamental para afrontar un combate en el que te juegas la vida. Es preciso contar con una convicción moral para arriesgar la vida por una causa.
Esto es algo que Vladimir Putin sabe perfectamente. De hecho, tal y como han hecho otros líderes autoritarios, el presidente ruso trata de manipular la religión de la mano del Patriarca de Moscú de la Iglesia ortodoxa rusa.
Más de 35 condenas
El Papa Francisco no se ha cansado de condenar la guerra. Más de 35 veces ha condenado ya la injusticia de la agresión y ha alentado a protestar contra la violencia. Frente a estas permanentes condenas, hay quien considera que para Putin no tiene ninguna relevancia lo que dice el Papa. Se equivocan.
El líder ruso puede ser malvado, pero no estúpido. Por ello, sin ser católico, ha visitado ya tres veces al Papa Francisco en el Vaticano. Y no se trata de una relación personal. Cabe recordar que también estuvo con Juan Pablo II y Benedicto XVI.
La diplomacia vaticana es respetada internacionalmente. Así lo confirma el propio líder de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien además de invitar al Papa a su país, le ha pedido que haga todo lo posible por garantizar los corredores humanitarios. Se trata de otro líder no cristiano, pero consciente de la autoridad moral del Vaticano.
Usar la religión para justificar las armas
El hecho de que el Papa Francisco haya aclarado que no es el momento de un encuentro con el patriarca Cirilo I, es una mala noticia para Putin. El respaldo que ha dado a la invasión rusa de ucrania es intolerable y el hecho de que las iglesias ortodoxas rusas se hayan alineado con el Papa Francisco le resta soporte moral al presidente ruso y al patriarca de Moscú.
El Papa Francisco tiene claro que los líderes religiosos son clave para garantizar la paz. Por eso, ha promovido muchísimos encuentros ecuménicos e interrreligiosos. Entender que la religión es un camino para la paz y frenar a quien la instrumentaliza para justificar la violencia es parte de la misión que asume el Papa y en la que se empeña la diplomacia vaticana.
Las consecuencias de esta estrategia se aprecian en el rechazo global a la guerra. Y claro que afectan a la estrategia de Putin: contribuyen a dejarlo aislado internacionalmente.