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Fotograma de las Crónicas de Narnia

Flamenco, Narnia o arte: las formas más originales de impartir Religión

Cinco docentes han expuesto sus originales dinámicas docentes para la asignatura de Religión en el encuentro que reunirá a más de 700 profesores de esta materia en Madrid de España y Latinoamérica

durante este finde semana, los profesores de religión de España y Latinoamérica tienen una cita con sus compañeros docentes en el Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión, cuyas ponencias de la jornada del viernes han tenido lugar en CaixaForum de Madrid.

En una de ellas, bajo el título Top 10 Dinámicas docentes de 2022, cinco profesionales en la materia han expuesto sus proyectos educativos que han ido desde `Reliflamenco´ al `Bibliarte´, sin olvidar el Camino de Santiago o las Crónicas de Narnia.

Pedro J. Bonilla, durante su ponencia sobre Reliflamenco

Pedro J. Bonilla, profesor en el CEIP Josefina Aldecoa de Málaga, lleva desde 2006 trasladando a sus alumnos la religiosidad del flamenco, porque, explica, «qué mejor oportunidad que la clase de religión para enseñar nuestra propia cultura popular y para dar una formación integral a los alumnos».

El propio calendario litúrgico marca todo lo relacionado con la fe en el flamenco: los villancicos, campanilleros, saetas, rocieras, sevillanas bíblicas... «Están esperando a que las utilicemos», ha puntuado Bonilla, tras explicar que fue tras el Concilio Vaticano II cuando hubo una apertura a la música, «con aquello de abrir las lenguas vernáculas, de fomentar el canto religioso», ha dicho. «Nuestra religiosidad popular está cargada de flamenco, y este a su vez está también cargado de religiosidad», ha explicado Bonilla.

José Antonio Ramos enseña religión a través del arte

Religión y arte

Hace unas semanas, José Antonio Ramos, profesor del CEIP Luis Buñuel, estaba trabajando con sus alumnos de primaria el texto bíblico de la entrada de Jesús en Jerusalén junto a un fresco del pintor italiano Giotto. Les mostró a sus alumnos primero el fresco, luego el texto, y luego volvieron a la Biblia de nuevo. «José, de 6 años, dijo: ahora tiene sentido», cuenta él mismo.

Trabajar con obras de arte en el aula es, para Ramos, una atractiva herramienta que los alumnos aceptan de buen grado. «La Biblia ha de ser el centro del trabajo y las obras nos ayudan a poner los ojos del alumno en los datos fundamentales de los textos», explica.

Arturo Cañamares, profesor de Religión del Colegio Tajamar

Una estrategia similar es la que sigue Arturo Cañamares, profesor de Religión en el Colegio Tajamar de Madrid. «Hacer partícipes a los alumnos de la belleza y contemplarla nos puede llevar a Dios». Para él, después de ver la Pasión de Mel Gibson, el Cristo crucificado de Velázquez o escuchar el Réquiem de Mozart, uno entiende un poco más el misterio de Dios.

«Mostrar con el arte está legitimado por el propio Cristo. Él utilizaba las parábolas», explica este docente, que ha confesado que saca todas las semanas a un grupo de alumnos al Museo del Prado para «acercarles a lo bueno, lo bello y lo verdadero, y que así se acerquen más al Señor».

El cristianismo a través de Narnia

Javier Segura, de la diócesis de Getafe, ha compartido con sus colegas docentes el proyecto educativo en el que trabajan desde la sede episcopal. A través de los siete libros de C.S. Lewis, las Crónicas de Narnia, explican el cristianismo a los niños. «Por medio de la fantasía, recreamos las obras. Desde el primero con la creación de Narnia mediante la música hasta el séptimo con el Apocalipsis en la batalla final».

Eligen un enclave que transporte a los niños a este mágico mundo, como la Granja de San Ildefonso o el Palacio de Aranjuez –cedidos por Patrimonio Nacional– y congregan allí a 120 colegios y un total de 5000 o 6000 alumnos.

José Manuel Martínez, durante su ponencia `Camino de Santiago, una parábola de vida´

El camino del apóstol

«Se aprende de lo que se vive». Esta es la idea que llevó a José Manuel Martínez a comenzar a sacar a sus alumnos del aula y proponer actividades que fueran «experiencias vitales para ellos». Un viaje a Alcalá de Henares o Segovia para los más pequeños, Córdoba o Ávila en los cursos intermedios de Secundaria y por fin, el Camino de Santiago para cuarto de la ESO y Bachillerato.

Durante cada etapa del camino, el mensaje que Martínez intenta trasladar a su alumnos va cambiando. Desde el reconocer la propia vida y la existencia, la amistad, el perdón y la reconciliación, y con la llegada a la ciudad del apóstol, llegar también al amor de Dios.