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El Papa Francisco, a su llegada a la audiencia general de este miércolesEFE

Audiencia General de los Miércoles

El Papa habla con las mujeres de dos militares atrincherados en Mariúpol

Durante la audiencia de este miércoles, el Santo Padre ha llamado a confiar en la Virgen «el ardiente deseo de paz del mundo»

Tras la audiencia general de este miércoles, 11 de mayo, el Papa Francisco se ha acercado a saludar a las esposas de dos oficiales del regimiento Azov, la unidad militar ucraniana cuyos combatientes están actualmente atrincherados en los túneles de la acería Azovstal en Mariúpol bajo el ataque ruso.

Hace unos días, Kateryna Projopenko y Yulya Fedosiuk, que se encuentran refugiadas en Italia gracias a la embajada de Ucrania ante la Santa Sede, escribieron al Santo Padre para contarle la situación de sus maridos. Francisco respondió a la misiva invitándolas a la audiencia, después de la que pudieron acercarse a saludarle.

Kateryna Prokopenko, esposa del comandante del regimiento Azov Denis Prokopenko, en la audiencia de este miércolesAFP

El deseo de estas mujeres

Kateryna y Yulya han mostrado su deseo de que el breve encuentro que han mantenido hoy con el Papa sirva para poder salvar la vida de los soldados que, aseguraron, están dispuestos a ser evacuados.

«Ni siquiera puedo explicar lo que sentí en ese momento. Estaba nerviosa, porque era histórico, y esperamos juntos que pueda ayudar a salvar las vidas de nuestros maridos, de nuestros militares. Esperamos que esta reunión nos ayude a salvar sus vidas. Estamos agradecidos por las acciones del Papa», dijo Kateryna Prokopenko a los medios tras la audiencia.

Las esposas de los comandantes han explicado al Pontífice que hay cerca de 700 soldados heridos, «con gangrena, amputaciones, con la carne podrida» y que hay «muchos de ellos muertos y no pueden recibir una sepultura cristiana», han detallado. Le han pedido al Santo Padre que los ayude a utilizar los corredores humanitarios, y también que viaje a Ucrania y que hable con el presidente ruso Vladimir Putin, para pedirle que deje salir a sus maridos.

Kateryna Prokopenko y Yulya Fedosiuk hablando con el Santo PadreEFE

Durante la audiencia

Recordando el inicio de la peregrinación a la Virgen de Fátima en estos días, el Papa Francisco dijo: «Confiemos a la Virgen María el ardiente deseo de paz del mundo», si bien, a diferencia de otras audiencias, no ha hecho mención específica a la guerra de Ucrania.

La catequesis de este miércoles ha continuado la serie que el Papa Francisco está realizando sobre el valor de la ancianidad, en la que en esta ocasión ha presentado la figura de Judit, quien «de joven se ganó la estima de la comunidad con su valentía. De anciana, la mereció por la ternura con la que enriqueció la libertad y los afectos –ha explicado el Pontífice–. Una anciana apasionada que llena de dones el tiempo que Dios le dona».