Festividades cristianas
¿Qué celebramos el Domingo de Pentecostés?
Una festividad que, cada año, reluce en el corazón de cada cristiano para mostrar y recibir amor y gozo
Pentecostés es uno de los domingos más importantes del año para los cristianos. En el Antiguo Testamento se relataba como una fiesta dedicada a la cosecha, los israelitas la unieron con la entrega de las tablas de la ley que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí, cincuenta días después de la salida de Egipto y, para los cristianos significa el descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles y el comienzo de la Iglesia católica. La liturgia actual de la Iglesia anima a la unidad y a la celebración de este gran día.
La fecha de esta fiesta oscila siempre entre el 10 de mayo y el 13 de junio, según el séptimo domingo después del Domingo de Resurrección, este año fue el 23 de mayo por lo que Pentecostés cae el 5 de junio. Comúnmente se cree que el día en cuestión cae en lunes, pero se debe a la festividad oficial que se declaró en 1886 que hace de el día siguiente, día laboral, en festivo.
Pentecostés en la historia
Hechos de los apóstoles 2, 1-4
El Nuevo Testamento, relata el episodio donde los apóstoles recibían los dones del Espíritu Santo, después de la ascensión de Jesús al cielo. Esto fue el inicio de una Iglesia expandida por el mundo, hecha para cada ciudadano seguidor de Dios.
Una «noche en vela»
Entre las muchas actividades que se preparan para esta fiesta, tradicionalmente se encuentran las Vigilias de Pentecostés, pensadas para transmitir con una experiencia profunda la unión entre el amor por Dios, la creencia en la resurrección de Cristo y la guía del Espíritu Santo.
Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas
Un acto litúrgico nocturno, iluminado por velas de cera donde, en grupo o comunidad, se vigila y ora mientras que el pueblo duerme. La espera de la luz del día sobre ellos representa las lenguas de fuego que cayeron hace millones de años sobre los apóstoles. La luz simboliza la palabra de Dios, los testimonios y las vivencias en un ambiente de acogida y respeto.
Oraciones, cantos, gestos, símbolos, luz, imágenes, colores y la Santa Misa inundarán este domingo de celebración y cada corazón para invocar, una vez más, al Espíritu Santo para que nos regale su fuerza y nos haga fieles testigos de Jesús.