Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
Obispo de Cartagena: «El periodista que quiera ser libre debe estar alejado de ideologías esclavizantes»
Lorca Planes, recién nombrado Hijo Predilecto de la Región de Murcia, cuenta algunas pautas a tener en cuenta por los periodistas en la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
José Manuel Lorca Planes, obispo de Cartagena y presidente de la comisión episcopal de Medios de Comunicación Sociales, en el contexto de la última edición de los Premios ¡Bravo! 2022, nos aproxima al oficio del periodismo, a sus funciones, misión y a ser, como dice el Papa Francisco, «servidores humildes de la verdad».
–¿Cómo se conjuga, en la crisis de los medios de comunicación de masas, la propuesta de la Conferencia Episcopal Española y el propio Papa de hacer un periodismo de calle, pegado a los hechos, de escucha, de trabajo paciente teniendo en cuenta las exigencias del entorno digital?
–Es difícil hacerlo posible pero el Papa Francisco, con una claridad meridana, está marcando la hoja de ruta. Ahí no hay ningún recoveco, todo es transparente y va directo. Él nos dice que para ser un buen comunicador, el periodista tiene que estar en la realidad, próximo a la gente, a los acontecimientos. Este planteamiento y la actitud que se deriva del mismo me parece que es muy positivo porque te permite escuchar, ver las cosas, ver los planteamientos y las razones del porqué están sucediendo esos hechos. El Papa nos señala además que, cubierto este aspecto, si se atiende a la realidad con humildad, tu pensamiento puede variar como es lógico.
No puedes ser esclavo de tus criterios si vas buscando la verdad. Ahora bien. Otra cosa son los comentarios, los intereses, las murmuraciones que en el mundo existen y en los planteamientos de la gente pueden existir y pueden estar presentes. Yo ante eso, evidentemente sí que me gustaría que al menos como un ciudadano que lee la prensa y escucha la radio y ve la televisión, que mis comunicadores fueran personas que tuvieran un corazón que escucha y que está atento a las cosas. Porque yo lo que quiero es la verdad de las cosas y el juicio de las cosas.
–Borghesi, hace tan solo unos días, nos alertaba del riesgo de que la Iglesia esté empapada de ideología, sea cual sea el signo, o de personas que buscan el lucro a toda costa. Idéntico riesgo padece el periodismo desde hace décadas tanto en lo político como en lo económico. ¿Qué deben hacer las dos instituciones para salvaguardarse a estas alturas?
–El periodista tiene que ser una persona absolutamente libre. Para ello, como comentábamos antes, tiene que saber escuchar, saber ver y saber estar al mismo tiempo que se desvincula de mediaciones esclavizantes. Tiene que ser alguien con capacidad de juicio crítico, desde su honestidad e integridad, vea lo que pasa y lo cuente. Es cierto que cado quien tiene su propia visión de lo que ocurre y que esa visión viene formada por la dependencia de muchas mediaciones anteriores pero esto es lo que tiene que enfrentar el que se dedica a comunicar: el desligarse de todas las mediaciones que rompan la libertad y que tuviera la suficiente capacidad para contar las cosas desde la verdad.
–Siguiendo el ejemplo del beato Lolo, gran cronista católico del siglo XX, ¿qué tiene que ser un periodista hoy en día?
–Yo creo que el periodista tiene que ser una persona que tenga una visión clarísima de lo que he dicho con anterioridad y de tener vivo el deseo de construir una sociedad más armónica. Si atiendes a tus propios intereses, malo; si tu deseo es adoctrinar, rompes de alguna manera la paz y la libertad. El periodista juega un papel fundamental en la sociedad, estando siempre con los oídos bien abiertos y tratando de ayudar a la verdad y a los demás porque, y esto lo digo mucho en mi diócesis, los comunicadores no solamente están para contar lo que acontece sino que, poniendo al servicio lo aprendido, con su mirada objetiva, ayuden a los demás a formar un criterio y ofrecer una visión nueva y un estilo diferente al que de alguna manera muchas veces tenemos que ofrecer.