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El cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, en la presentación de la Asamblea Final del SínodoCEE

Asamblea Final del Sínodo

La «Iglesia en camino» se reúne para poner fin a la primera fase del Sínodo

La Fundación Pablo VI acoge hoy a más de 600 personas de todas las diócesis españolas que han participado en el proceso sinodal diocesano

La fase diocesana del Sínodo que arrancó el pasado 17 de octubre de 2021 llega este sábado 11 de junio a su fin. Representantes de todas las diócesis, congregaciones religiosas, de movimientos y distintos grupos eclesiales se han reunido en la Fundación Pablo VI, a los que han dado la bienvenida, en primer lugar, el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid. «La Iglesia que camina de Madrid os acoge», ha comenzado, para agradecer a todos los presentes, también de manera virtual, que se han sumado a ese camino «no para ver quién puede más o quién piensa mejor, sino para hacerlo juntos».

Osoro ha querido subrayar que «la sinodalidad nos invita a ser grandes de corazón, al estilo de Cristo». Este proceso de escucha y discernimiento supone para la iglesia una renovación bajo la acción del Espíritu Santo, «para caminar junto a Él». Sobre esto, el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha querido añadir que «estamos haciendo realidad lo que nos dice el sínodo, que caminemos juntos».

Las diócesis reunidas, de la península ibérica y de las islas, se han puesto en camino, invitados por el Papa Francisco. Tres son los verbos que el Santo Padre puso como guía al proceso sinodal, «el navegador en el camino de la Iglesia», ha destacado Omella: encontrarse, escucharse y discernir. «Es lo que hemos hecho en cada diócesis, lo hacemos aquí y seguiremos haciéndolo». El arzobispo de Barcelona no ha querido dejar de recordar el mensaje del Sínodo: comunión, participación y misión; «porque la Iglesia no existe si no es para evangelizar».

La siguiente intervención de la presentación de esta Asamblea Final del Sínodo ha corrido a cargo del nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, quien ha agradecido a todos los participantes de esta primera etapa del Sínodo ya que son «muestra de que la Iglesia en España ha sido movida por el Espíritu Santo». Ha destacado el nuncio que el trabajo realizado desde cada diócesis ha sido una «prueba de amor, una experiencia espiritual, de comunión, participación, de misión». Auza ha pedido también a todos los que han formado parte del proceso que no guarden su experiencia personal y comunitaria para ellos, sino que sea compartida.

El auditorio se ha llenado de aplausos cuando ha aparecido en la gran pantalla del escenario el rostro del cardenal Grech, el secretario general del Sínodo de los obispos, que ha agradecido a todos los presentes su participación en el estilo sinodal. «La primera fase de consulta al pueblo de Dios ha dado ya sus frutos», en la que se ha escuchado y se han elevado las preocupaciones de todas las realidades de la Iglesia. «Debemos estar atentos a no tener un pensamiento cerrado», ha exhortado Grech, ya que servirá para desentrañar «la voluntad del Señor para su Iglesia hoy».

Tras todas el calentamiento de motores que han supuesto todas las presentaciones, Luis Manuel Romero, secretario del Equipo Sinodal de la Conferencia Episcopal, y la laica Olalla Rodríguez, miembro de este mismo grupo han explicado los detalles de toda la jornada, que incluye también la lectura de la síntesis final de la Iglesia en España, pero también una serie de testimonios de cómo se ha vivido el proceso sinodal en muchas diócesis y en otras muchas de sus realidades, las congregaciones religiosas, los colegios, las residencias de ancianos y centros penitenciarios -incluso ha incluido unas palabras del pastor Alfredo Abad, presidente de la Iglesia evangélica española-; que en su conjunto y en el camino que emprenden juntos en sinodalidad, según ha especificado Olalla Rodríguez, «construye no solo las bases de la Iglesia del presente, sino también de la Iglesia del futuro».