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El Santo Padre a su llegada a la audiencia con la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG)AFP

Agenda vaticana

Las cancelaciones en la agenda del Papa alimentan los rumores sobre su renuncia

El cardenal Oscar Madariaga los califica de «telenovela barata»

«Por las limitaciones debidas a la gonalgia y los específicos requisitos litúrgicos de la celebración, no se celebrará la Santa Misa y la procesión en la fiesta del Corpus Domini». Con estas palabras, la Sala Stampa del Vaticano ha anunciado este lunes 13 de junio una nueva cancelación importante en la agenda pública del Papa Francisco. Se produce pocos días después de anular el viaje a la República del Congo y Sudán del Sur, que estaba previsto para los días 2 a 7 de julio.

La rodilla del Papa Francisco no termina de recuperarse y las imágenes de sus últimas audiencias muestran el esfuerzo y el sufrimiento en pequeños trayectos, cuando camina apoyado en los brazos de otras personas. El hecho de que el Papa haya hecho coincidir un Consistorio de Cardenales en Roma con su visita, a finales de agosto, a la tumba del primer Papa que renunció al pontificado ha alimentado las dudas sobre su continuidad.

Más cancelaciones

Hay que recordar que el Papa ha aprobado hace pocos días una nueva Constitución para la Santa Sede, en la que llevaba trabajando desde hace nueve años, y que con la creación de nuevos cardenales deja encauzado el futuro de la Iglesia, ya que de entre ellos saldrá el próximo pontífice.

La cancelación de un evento como la procesión del Corpus, arraigado en las calles de Roma, es un hecho notable. En la ciudad se recuerda el silencio y la devoción popular de cuando recorría la Vía Merulana, entre las Basílicas del Laterano y Santa Maria Maggiore. En los últimos años, el Papa Francisco había trasladado la procesión a zonas periféricas de la ciudad y solo en 2020 y 2021 la pandemia había obligado a suspender esta costumbre.

El obispo de Roma sufre los inconvenientes que provoca su limitación física. Este domingo, en el Ángelus confesaba su dolor por no poder viajar a África, al manifestar que «realmente siento un gran pesar por haber tenido que posponer este viaje, que me importa mucho». Y ahora está en el aire que pueda viajar a Canadá, un desplazamiento aún más lejano, a finales del mes de julio, donde tiene previsto encontrar a diversas comunidades indígenas.

Un espejismo de mejora

En este momento todo está pendiente de una evolución médica que no ha sido satisfactoria hasta la fecha. Hay que recordar que el Papa, a sus 85 años, arrastra esta lesión de rodilla desde el mes de febrero. Durante su último viaje internacional, a la isla de Malta, a principios de abril, él mismo declaró a los periodistas que había mejorado, ya que «al menos puedo andar». Pero no fue más que un espejismo, porque pocas semanas después no estaba en condiciones de presidir las celebraciones de Semana Santa.

En el mes de mayo, el Papa Francisco se vio obligado a utilizar la silla de ruedas, algo que había evitado anteriormente, así como un bastón para apoyarse cuando se levanta. El reposo que le exigen los médicos y la rehabilitación que ha comenzado a realizar no dan un resultado visible, ya que oficialmente apenas se facilita información oficial sobre la evolución.

Frente a todo ello, el cardenal Mario Grech, en declaraciones a El Debate, aseguraba hace unos días que «el Papa Francisco tiene un problema en la rodilla, pero su cabeza y su corazón están mejor que nunca». Por su parte, el cardenal Óscar Maradiaga, en declaraciones a Efe calificaba como «telenovela barata» los rumores de una posible renuncia. El entorno más cercano al Pontífice cierra filas, pero las dos últimas cancelaciones oficiales rompen el discurso de quienes aseguraban que sus problemas de salud no afectan a su agenda pública.