A propósito de ese pequeño trozo encontrado en 7Q5 y otros de las cuevas 7Q2, 7Q4 y 7Q8, el papirólogo español José O’Callaghan (1922-2001) concluyó que tres de aquellos fragmentos encontrados podrían ser textos neotestamentarios: Mc6, 52-53, concretamente; descubrimiento este que acercaría más la Escritura a la época evangélica, dándole un revolucionario cambio de sentido al problema de la historicidad del relato evangélico, que atrasaría la datación acercándola a los testigos oculares y ofrecería argumentos científicos contra la sospecha de la teología liberal, que acusa a la primera comunidad de divinizar la figura humana del crucificado Jesús de Nazaret.