Ofician misa en la calle por las restricciones policiales en Nicaragua: «Todo nos quitarán menos nuestra fe»
La Policía Nacional tiene retenido en el templo a varios sacerdotes católicos, en medio de las tensiones entre la Iglesia católica y el Gobierno del presidente Daniel Ortega en Nicaragua
Un grupo de feligreses del municipio de Ciudad Darío, en el norte de Nicaragua, participó en una misa este martes en la calle, frente a la parroquia Santa Lucía. La misa se celebró debido a que la Policía Nacional tiene retenido en el templo a sus sacerdotes, en medio de tensiones entre la Iglesia católica y el Gobierno del presidente Daniel Ortega.
El presbítero Sebastián López salió al atrio de la parroquia Santa Lucía, y desde ahí ofició la misa a los fieles, quienes se encontraban en la calle, separados por el portón de la sede eclesiástica. Los católicos recibieron la Hostia estirando sus dedos a través de la malla que rodea el templo, bajo la vigilancia policial.
En la homilía el párroco recordó a los creyentes que para entrar al reino de los cielos es necesario buscar «la cercanía, la fuerza y fortaleza del Señor». Asimismo, animó a aumentar la búsqueda de Dios en tiempos difíciles: «Que él sea nuestra fortaleza, nuestra esperanza, nuestro refugio, seamos confortados con su misericordia. Vamos ahora a pedir al señor qué en tiempos difíciles no de la gracia de la fortaleza y la esperanza, roguemos al señor» aseveró.
Al finalizar la misa, los católicos permanecieron frente al templo, gritando consignas de apoyo a unas siete personas que se mantienen retenidas, incluyendo al sacerdote Vicente Martínez. «¡No está solo, el pueblo está aquí con usted! ¡Todo nos quitarán, menos nuestra fe!», gritaron.
43 años de desencuentros
Con la de Santa Lucía suman cuatro las parroquias de la Diócesis de Matagalpa (norte) que han denunciado algún tipo de restricciones desde que el pasado día 4 el obispo de dicha jurisdicción, Rolando Álvarez, fue retenido en el Palacio Episcopal por la Policía de Nicaragua, que lo acusa de supuestamente intentar organizar «grupos violentos».
Además, la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, también de Ciudad Darío, denunció que desde el lunes sufre «asedio y persecución» de la Policía Nacional, con agentes que mantienen rodeado el templo. En la víspera, la Diócesis de Siuna (Caribe norte) denunció la captura del padre Oscar Benavidez, de la parroquia Espíritu Santo, en manos de la Policía nicaragüense.
Antes, los sacerdotes de los municipios de Terrabona y El Tuma-La Dalia, también de la Diócesis de Matagalpa, denunciaron que la Policía les había restringido sus actividades religiosas, para que estas fueran celebradas únicamente en el interior de sus parroquias.
Las retenciones y restricciones la Iglesia católica en Nicaragua son el más reciente capítulo de una serie de desencuentros que lleva 43 años, entre esta religión cristiana y Ortega, quien es el jefe supremo de la Policía nicaragüense.
En 2022 el Gobierno de Ortega ha detenido a tres sacerdotes, cancelado ocho radioemisoras y tres canales católicos, ingresó por la fuerza y allanó a una parroquia, y expulsó de las misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.
El líder sandinista ha calificado de «terroristas» a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional que buscaba una salida pacífica a la crisis que desde 2018 vive Nicaragua, un país donde el 58,5 % de sus 6,6 millones de habitantes se considera católico.