Un alumno de la Universidad de Texas adopta a un bebé que encontró en una basura
El objetivo de Jimmy Amisial es que ambos puedan vivir en el país norteamericano, para poder ofrecerle una vida mejor
Hace cinco años Jimmy Amisial marchó de Texas a Haití para visitar a su familia. Durante el viaje, Jimmy encontró a un bebé recién nacido en una basura, desnudo y con su pequeño cuerpo cubierto por picaduras de hormiga. El joven estudiante de 27 años y su madre, Elicie, no dudaron en convertirse en los tutores legales del niño, Emilio Ángel Jeremiah, y están recaudando el dinero suficiente para adoptarlo.
«Cuando me pidieron que lo criara, me quedé despierto durante días, dando vueltas en la cama, tratando de tomar una decisión», dijo Amisial, según el diario The Blaze. «Ya tenía un retraso en las tasas universitarias y mi familia siempre ha tenido problemas para llegar a fin de mes. Pero no tuve un padre al crecer, y este pobre niño se enfrentaba a una vida de inestabilidad e incertidumbre», declara Jimmy al diario americano.
No tuve un padre al crecer, y este pobre niño se enfrentaba a una vida de inestabilidad e incertidumbre
Emilio vive actualmente con su madre en Haití, mientras que Amisial está finalizando sus estudios superiores en la Universidad de Texas, en Estados Unidos. El objetivo de Jimmy es que ambos puedan vivir en el país norteamericano, para poder ofrecerle una vida mejor. «Me gustaría poder mostrarle amor y ser estable económicamente, terminar la universidad y poder cuidar de él, mostrarle amor y cómo ser amable con la gente» declaró Jimmy Amisial.
Esta semana, el Houston Chronicle informó de que más de 1.000 personas han hecho donaciones al fondo de adopción de la familia, que actualmente cuenta con más de 70.000 dólares. Amisial dijo que necesitan unos 60.000 dólares para la adopción, y el resto se utilizará para su educación y la de Emilio.
«Estoy deseando verle»
Jimmy describe a Emilio como un niño muy hablador, al que le gusta mucho jugar al baloncesto y al fútbol. Amisial no ha podido regresar a Haití, a causa de la violencia y los conflictos políticos que sufre el país, pero chatea un par de veces por semana con su hijo adoptivo y se siente «preocupado» por la situación de Emilio y la de su madre. «Es muy divertido estar con él», dijo Amisial. «Le echo mucho de menos y estoy deseando verle. Cuando tenga la oportunidad de volver, lo haré» declaró.
Mientras se materializa el proceso de adopción, Amisial acude a diario a la universidad para finalizar sus estudios, trabaja y envía dinero regularmente para poder mantener a su madre y al pequeño Emilio. Según declaró al periódico estadounidense, le ha sorprendido que la historia de su familia haya atraído tanta atención y apoyo en todo el mundo. «El mundo puede conectarse a través del amor o la bondad», dijo. «Nunca pensé que había hecho algo que pudiera conectar al mundo de esa manera».