El actor Shia LaBeouf, acusado de abuso sexual, confiesa que el catolicismo le ha salvado del suicidio

El actor de Transformers, Shia LaBeouf, ha relatado en una entrevista con el obispo Robert Barron para su serie de YouTube Word on Fire cómo la fe le salvó en el momento más oscuro de su vida. LaBeouf recuerda en la entrevista que la religión llegó cuando «su vida estaba en llamas». «Estaba saliendo del infierno. No fue como si hubiera venido aquí voluntariamente en un caballo blanco, cantando melodías», comentó a Barron. «Ya no quería ser actor y mi vida era un desastre».

LaBeouf acababa de aceptar el papel principal en el largometraje Padre Pío. Admitió que en el pasado «había herido a mucha gente». En ese momento fue «una profunda vergüenza» lo que le hizo plantearse la idea de acabar con su vida. «Ya no quería estar vivo cuando sucedió todo esto. Una vergüenza como nunca antes había experimentado, el tipo de vergüenza que te hace olvidar cómo respirar. No sabes a dónde ir». Explica también que en el momento de contemplar el suicidio, «tenía un arma sobre la mesa» y que ya «estaba fuera de aquí».

Deja de ser una preparación para una película y comienza a ser algo más allá de todo esoShia LaBeoufActor

Para la preparación del papel, el actor vivió en un monasterio y empezó a investigar por cuenta propia lo que era el catolicismo. Al leer el Evangelio sintió un «profundo deseo de aferrarse». «Deja de ser una preparación para una película y comienza a ser algo más allá de todo eso», relata. En la entrevista reconoce al obispo que «ahora sé que mi Dios estaba usando mi ego para atraerme hacia Él».

Cuando salieron a la luz las acusaciones de abuso sexual y violencia hacia la artista FKA twigs, se distanció de su madre, con quién volvió a conectar tras encontrar la «paz» en aquel monasterio. «Fue ver a otras personas que han pecado más allá de cualquier cosa que pueda conceptualizar y que también se encuentran en Cristo lo que me hizo sentir como, 'Oh, eso me da esperanza'», explica. Recuerda cómo tras escuchar las experiencias religiosas de otras personas que habían cometido los mismos errores que él «me hizo sentir que tenía permiso».