Congreso interreligioso en el CEU
Nidhal Ghessoum: «Cristianos y musulmanes podemos construir la ciencia, filosofía y ética del futuro desde puntos comunes»
Según la exposición de Guessoum, los eruditos cristianos y musulmanes comparten unas bases filosóficas, como la herencia de Aristóteles
El Centro CEFAS (CEU) reúne a académicos de varias religiones y procedencias para comentar las relaciones productivas de judíos, cristianos y musulmanes en ámbitos científicos y filosóficos, tanto de manera histórica como en la actualidad
El CEFAS (Centro de Estudios Formación y Análisis Social del CEU) ha organizado en el Colegio Mayor San Pablo (Madrid) una jornada sobre Relaciones abrahámicas: historia, retos y perspectivas, en colaboración con el Acto Institute, una institución radicada en Estados Unidos y dedicada al estudio de la religión y la libertad. El objetivo de esta jornada —inaugurada por Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la ACdP y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, en compañía de monseñor Bernardito Cleopas Auza, nuncio apostólico en España; y de Kris Alan Mauren, presidente del Instituto Acton— ha consistido en analizar aspectos comunes de cristianismo, judaísmo e islam en varias facetas de la vida social, económica e intelectual.
La jornada ha comenzado con una sesión sobre Relaciones musulmanas, judías y cristianas. Alejandro Rodríguez de la Peña, catedrático de Historia Medieval en la Universidad CEU San Pablo; Reuven Firestone, profesor en el Hebrew Union College de Los Ángeles; y Elio Gallego, director del CEFAS, han abordado este tema desde una perspectiva histórica. Después, ha intervenido el profesor Nidhal Guessoum (Universidad Americana de Sharjah, en los Emiratos Árabes Unidos), que ha disertado sobre Pensamiento científico y colaboración de las religiones abrahámicas. Su conferencia se ha centrado en los diferentes modos de intelectualidad medieval, desde Bagdad y Damasco hasta Córdoba y Toledo, en que se intercambiaron traducciones de textos griegos o árabes, investigaciones científicas y especulaciones filosóficas.
Aristóteles en común
Según la exposición de Guessoum, los eruditos cristianos y musulmanes comparten unas bases filosóficas, como la herencia de Aristóteles. También ha señalado que «hoy podríamos confiar en esta unidad para construir juntos hacia el futuro; no solo en ciencia, también en filosofía y algunos campos de la ética».
Ghessoum centró buena parte de su ponencia en explicar el auge de la investigación científica entre los países musulmanes durante la Edad Media. Según este astrofísico argelino, aquel fenómeno puede explicarse por varios motivos, como «la glorificación del conocimiento en el islam». Pero también debido a algunas urgencias religiosas específicas, como el hecho de tener que conocer dónde está La Meca desde cualquier parte del globo, lo que propició el desarrollo de la trigonometría en el campo astronómico. No olvidemos que todo seguidor de la fe en Mahoma debe rezar en dirección a la Qaaba mequí y peregrinar allí al menos una vez en la vida.
El ponente identificó diversos factores que se conjugaron para hacer posibles los avances tecnológicos. Por ejemplo, la creación de las Casas de Sabiduría —centros que servían como bibliotecas y lugares de investigación y traducción, y que se erigieron en ciudades como El Cairo o Córdoba—, escuelas, e incluso o lo que, en cierto modo, podría llamarse universidades. Asimismo, destacó la importancia del uso del papel —como soporte generalizado de escritura—, o del «movimiento intercultural de traducción» en núcleos urbanos como Toledo.
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Desde astronomía hasta medicina
El profesor Ghessoum elogió aquellas tareas medievales de traducción, como una labor de «interculturalidad gracias a una red de traductores» que disfrutaban de financiación a cargo de reyes, califas y sultanes. Los intereses disciplinares iban desde la astronomía hasta la medicina y la filosofía, a menudo espoleados por necesidades prácticas. Sin embargo, surgió una «perspectiva común de investigación», gracias a la base del neoplatonismo y el fervor que suscitó Aristóteles. Existía entre aquellos eruditos de las tres religiones «una concepción compartida de la naturaleza, en tanto que creada por Dios». Lo cual daba pie a preguntas que cada cual respondía a su manera, como la entidad de los milagros, en tanto que intervención sobrenatural de Dios en la naturaleza.
De igual modo, el mahometano Averroes y el judío Maimónides procuraron entender que fe (Revelación) y razón (filosofía) no podían contradecirse. Algo que el pensamiento cristiano ha asumido y estudiado a lo largo de siglos. Desde esta perspectiva, se plantea que fe y razón suponen un «mutuo refuerzo». Actitud que el actual rey Carlos de Inglaterra asumió en una alocución pronunciada en Oxford en 1993; comentó el entonces Príncipe de Gales que «el islam rechaza la separación del hombre y la naturaleza, de la religión en ciencia». No obstante, apostilla Ghessoum que, desde la mirada de los teólogos muslimes, a veces «la filosofía griega se veía como sospechosa», de modo que, a fin de cuentas, constituyó una realidad intelectual de que disfrutaron «unas elites».
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El cordobés Averroes en la Luna, y el astrónomo madrileño Maslama
Centrado en su propia área, Ghessoum ha señalado que seis intelectuales andalusís han dado nombre a un cráter, llanura o monte lunar, como Averroes. Honor que comparten con una docena y media de hermanos en fe muslim y sabios medievales. Uno de los autores hispanomusulmanes que más ha destacado el profesor Ghessoum es el madrileño Maslama (siglo X), autor de unas tablas astronómicas y de una obra sobre Al–Juarismi, científico epónimo de la palabra «guarismo». Las investigaciones y observaciones de los astrólogos mahometanos de debían, en gran medida, a las dificultades que entraña el calendario de esta religión, que es lunar. Y al hecho de que el profeta Mahoma prohíbe en el Corán añadir meses intercalares, para cuadrar el año lunar y solar. Aunque, en la actualidad, los musulmanes emplean, para uso civil, el calendario cristiano.
Dentro de las rápidas influencias y traducciones de Maslama el madrileño, y de otros astrónomos agarenos, Ghessoum apunta a Pedro Alfonso y Adelardo de Bath a comienzos del siglo XII. Como curiosidad, indica que la festividad judía del Yom Kippur viene a coincidir con la mahometana del Ashura, pues ambas se celebran el décimo día del primer mes del año, según el calendario lunar.
San Agustín
La sesión estuvo presentada por el secretario de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea, Manuel Barrios, quien destacó que la relación entre religión y ciencia «es objeto de un continuo debate». Defendió como «iluminador» el concepto de correlación, y citó a San Agustín con la metáfora de los dos libros escritos por Dios: el libro de la naturaleza y el libro de la Escritura.