¿Se puede comer carne el Jueves Santo?

La Semana Santa y, especialmente, el Triduo Pascual, centran el año litúrgico en la Iglesia Católica. La conmemoración de la muerte y resurrección de Jesucristo marcan la vida de la fe cuentan con toda una serie de símbolos y gestos que dan fuerza y sentido a la celebración.

Como preparación espiritual para ese momento, la Cuaresma es considerado por la Iglesia como un tiempo de conversión e invita a practicar la oración, el ayuno y la limosna. El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son señalados como días de ayuno, es decir, jornadas en las que no debería hacerse ninguna comida.

Además, durante todos los viernes de cuaresma se refuerza la invitación a no comer carne que también rige durante el resto del año. Una «práctica penitencial tradicional», como señala la Conferencia Episcopal española, que puede ser sustituida por otras prácticas recomendadas por la Iglesia como la lectura de la Sagrada Escritura, la limosna, otras obras de caridad, obras de piedad o mortificaciones corporales.

Durante el Jueves Santo la Iglesia recuerda la Última Cena de Jesucristo junto a sus apóstoles. Durante esta celebración se conmemora la institución de la Eucaristía y tras la celebración de los oficios se reserva la hostia consagrada en los monumentos instalados en las iglesias. Día de precepto para toda la Iglesia, es tradición que tras la celebración se visiten siete de estos monumentos. Sin embargo, no se señala esta jornada como de ayuno ni abstinencia, por lo que está permitido comer carne.