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El Papa Francisco preside la misa del Viernes SantoAFP

Viernes Santo de Pasión y silencio para el Papa Francisco

El pontífice preside en profundo recogimiento la celebración de la Pasión de Cristo en la basílica de San Pedro del Vaticano, en una conmovedora celebración de casi dos horas

El Papa Francisco, quien a causa del frío canceló su participación en el Vía Crucis del Coliseo en la noche de este Viernes Santo, presidió, sin embargo, la larga celebración de la Pasión de Cristo, reviviendo en silencio el momento más dramático de la historia del cristianismo.

El pontífice, de 86 años, que se recupera de la infección respiratoria que le había obligado a ser hospitalizado la semana precedente en el hospital Gemelli, llegó en silla de ruedas a la Basílica de San Pedro del Vaticano, revestido con el rojo de los ornamentos litúrgicos, que simboliza la sangre de Jesús, para presidir un oficio de tinieblas que duró casi dos horas.

En silencio

La Pasión y muerte de Cristo es el único día en el que, según la tradición litúrgica, el Papa guarda silencio. Como es habitual, la homilía fue pronunciada por el cardenal capuchino Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia y uno de los teólogos con más seguidores en los cinco continentes.

Al igual que el año pasado, el pontífice no pudo postrarse en el suelo para adorar la Cruz, como había hecho hasta 2021. Los dolores de rodilla se lo impiden. En esta celebración tinieblas, tradicionalmente los pontífices entraban en la basílica vaticana sin zapatos, con la cabeza descubierta y se postraban en el suelo, en señal de penitencia. Los problemas de motricidad han simplificado por segundo años estos gestos del pontífice argentino.

El sucesor del apóstol Pedro, con voz algo más cansada que el Jueves Santo, cuando celebró misa en una cárcel de menores de Roma, sí pronunció la larga y solemne plegaria universal, entre otras intenciones, por la unidad de los cristianos, por el pueblo judío, por los que no creen, por los políticos, y por los que sufren a causa de la guerra.

La «otra muerte de Dios»

En su homilía, el predicador del Papa reflexionó sobre «la otra muerte de Dios»: no la de hace dos mil años en el Gólgota de Jerusalén, sino la de esa cultura que vive como si Dios no existiera o como si no debiera existir, «hasta convertirse en una moda, en un aire que se respira en los círculos intelectuales del Occidente posmoderno».

Y el resultado de un mundo sin Dios, constató el purpurado italiano, es «el relativismo total en todos los campos: ética, lenguaje, filosofía, arte y, por supuesto, religión. Ya nada es sólido; todo es líquido, o incluso vaporoso. En la época del romanticismo la gente se deleitaba en la melancolía, hoy en el nihilismo».

«Como creyentes, es nuestro deber mostrar lo que hay detrás o debajo de la proclamación» de la muerte de Dios, concluyó el cardenal Cantalamessa. Al fin y al cabo, el creyente es mensajero con su vida de la muerte y resurrección de Cristo.

El Papa no asiste al Coliseo

En la tarde de este viernes, la Oficina de Información de la Santa Sede anunciaba que «debido al intenso frío de estos días, el Papa Francisco seguirá el Vía Crucis de esta noche desde la Casa Santa Marta, uniéndose a las oraciones de quienes se reunirán con la Diócesis de Roma en el Coliseo».

Según fuentes vaticanas consultadas por El Debate, se trata de una «simple medida de prudencia».

A las 21:15, hora de inicio del Vía Crucis, la temperatura en Roma debía girar en torno a los 10 grados centígrados y el Coliseo suele estar sometido a ráfagas de viento. De hecho, el frío viento se ha convertido en la característica de esta Semana Santa en la Ciudad Eterna. El año pasado, el Papa Francisco acudió al Coliseo a pesar de los dolores de rodilla. El Camino de la Cruz duró casi una hora y media.

Francisco ha querido que en este año las meditaciones del Vía Crucis en el Coliseo se conviertan en un grito de paz, en esta «tercera guerra mundial a pedazos», dedicándolas a los conflictos de Ucrania, Sudamérica, Tierra Santa, Nigeria, Irak, Sudán del Sur, Siria, o la República Democrática del Congo…