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La ciencia y la tecnología deben servir a la humanidad sin comprometer la dignidad humana y la armonía social.Freepik

La Iglesia y el Islam se unen para hacer una Inteligencia Artificial más humana

Las firmas del acuerdo corrieron a cargo de monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Academia de la Vida y del jeque Al Mahfoudh Bin Bayyad, presidente del Foro para la Paz

La Pontificia Academia para la Vida del Vaticano y el Foro Abu Dhabi para la Paz, organización humanitaria de los Emiratos Árabes Unidos, firmaron en Abu Dhabi un primer Memorándum de colaboración sobre cuestiones éticas.

Las firmas del acuerdo, suscrito el 23 de mayo, corrieron a cargo, respectivamente, de monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Academia, y del jeque Al Mahfoudh Bin Bayyad, presidente del Foro para la Paz.

Servir a la humanidad

El Memorándum se acordó «para abordar en colaboración las cuestiones éticas que surgen en este mundo, en particular en la investigación científica y el desarrollo de nuevas tecnologías», informa el comunicado oficial del acuerdo.

La Pontificia Academia para la Vida se está convirtiendo cada vez más en la voz fuerte del Papa

La colaboración entre el Vaticano y los EAU se basa en el reconocimiento mutuo de que la ciencia y la tecnología «deben servir a la humanidad sin comprometer la dignidad humana y la armonía social». Se prestará especial atención a las cuestiones éticas relacionadas con el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial.

Este documento puede interpretarse de dos maneras importantes. La primera es que, a través del Memorándum, la Pontificia Academia para la Vida se está convirtiendo cada vez más en la voz fuerte del Papa y del Vaticano en el mundo sobre el delicado nivel de las cuestiones éticas, especialmente la inteligencia artificial.

Fundada por Juan Pablo II con el motu proprio Vitae mysterium (1994), la Academia tiene como objetivo estudiar los problemas relativos a la promoción y defensa de la vida, especialmente en sus aspectos médicos y jurídicos.

Monseñor Paglia, que la preside desde hace siete años, tras escuchar la intención de oración del Papa Francisco el pasado noviembre, dedicada a la Inteligencia Artificial, ha hecho que el papel de la Academia en el tema de la IA (acrónimo de Inteligencia Artificial) sea cada vez más autorizado.

Así, el 10 de enero de 2023, convocó en Roma a los altos representantes de las tres religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam) para firmar el «Llamamiento de Roma por la ética de la IA», un documento creado en el seno de la Academia Pontificia y editado por la Fundación RenAIssance –al que se han adherido los gigantes tecnológicos mundiales, Microsoft e IBM, y la FAO–. El objetivo de ese documento era promover un desarrollo «algorético», es decir, ético, de la inteligencia artificial.

En aquella ocasión, junto a Monseñor Paglia, estuvieron el Gran Rabino Eliezer Simha Weisz (miembro del Consejo del Gran Rabinato de Israel) y el propio Jeque Abdallah bin Bayyahd.

El siguiente paso fue la creación de una fundación vaticana para estudiar la inteligencia artificial. Aceptando la petición de monseñor Paglia, el Papa –con un rescripto «ex audientia» firmado el 16 de abril por el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin– ha creado de hecho la Fundación «renAIssance», con sede en la Academia.

«Lo que hay que evitar –dijo el presidente de la Academia para la Vida, al presentar la fundación– es una dictadura de estas nuevas tecnologías y que quienes poseen el big data hagan con él lo que quieran. Y no quisiéramos que el desarrollo tecnológico se produjera al margen de una perspectiva humanística».

Espíritu ecuménico

Así es como se ha desarrollado este camino, en el que el Vaticano ha actuado como guía «espiritual» del proceso tecnológico, recabando el apoyo de los líderes mundiales de las tecnologías de la información y de los altos representantes de las otras dos religiones abrahámicas.

Sin embargo, el acuerdo con el Foro de la Paz de los Emiratos Árabes Unidos tiene también otro objetivo: el de alimentar las relaciones con el Estado emiratí y situarlo en el centro del diálogo ecuménico entre católicos y musulmanes.

Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, ha sido transformada por el Papa Francisco en la capital mundial del diálogo interreligioso el 4 de febrero de 2019. Una fecha histórica que coincide con la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, suscrito por el Papa y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmed Al-Tayeb, destacado líder del islam suní.

Hace más de un año, exactamente en enero de 2022, el Vaticano abrió una oficina de la Nunciatura precisamente en Abu Dhabi, y en las semanas siguientes, el cardenal Parolin, Secretario de Estado, subrayó que «los Emiratos Árabes Unidos son un modelo líder de solidaridad humana mundial». El Memorándum sobre AI enmarca este camino trazado por el Papa.