El Papa clama contra la pornografía infantil: «Criminalidad puesta al servicio de cada uno en su telefonito»
Muestra su apoyo al cardenal O'Malley, presidente de la Comisión de Menores del Vaticano, denunciado por negligencia en un caso de abusos
El Papa Francisco ha recibido a los miembros del Centro de Investigación y Formación para la Protección del Menor (CEPROME) y les ha expresado su gran preocupación sobre las filmaciones de pornografía infantil: «¿Dónde se hace esta pornografía infantil? ¿En qué país se hace? Nadie lo sabe. Pero, es la criminalidad puesta al servicio de cada uno a través de sus telefonitos», ha criticado.
El Pontífice ha pedido que se hable de ello también porque «esos niños que son filmados, son víctimas, víctimas sofisticadas de esta sociedad de consumo». «No se olviden de este punto que a mí me preocupa mucho», ha pedido.
Francisco también se ha referido a los abusos en la Iglesia que, a su juicio, «no son más que un pálido reflejo de una triste realidad que abarca a toda la humanidad, y sobre la que no se presta la necesaria atención». «Alguno puede decir, ah no son tantos entonces, si fuera uno solo, ya sería escandaloso, uno solo y son más de uno», ha añadido.
En todo caso, considera que la Iglesia ha avanzado bastante en este camino y ha asegurado que «no lo dejará de hacer». También ha destacado la labor de prevención y lucha contra los abusos en la Iglesia y ha hablado de «progreso». «Esto es gracias a los pastores proféticos», ha afirmado.
En este sentido, ha mostrado su agradecimiento público por el trabajo en este campo del cardenal y arzobispo de Boston (Estados Unidos), Sean O'Malley, también presidente de la Comisión para la Protección de los Menores del Vaticano. Aunque no lo ha nombrado específicamente, se ha referido a un «cardenal» que «pudo coger una 'papa caliente' como era Boston en aquella época, y seguir adelante, sin preocuparse por el dinero, sino por las personas y los niños heridos».
Según informa Vatican News, el Papa ha hecho así referencia al escándalo de abusos en la Iglesia que estalló a principios de los años 2000 en la archidiócesis estadounidense con la investigación Spotlight, del Boston Globe. «Por eso quiero agradecerle públicamente, su eminencia, por lo que ha hecho –ha asegurado–. Creo que puedo decir que la Iglesia ha avanzado mucho en este sentido, no dejará de hacerlo».
Este reconocimiento público se produce después de que el Boston Herald revelase el pasado mes de mayo que O'Malley había sido denunciado por negligencia en un caso de abusos sexuales presuntamente cometidos hace más de diez años por el exdirector de un colegio católico en la diócesis de Boston.
Según revelaba el diario, el nombre del también arzobispo de Boston aparece en una denuncia tramitada por vía civil por las tres víctimas que eran menores de edad, entre 2011 y 2016, cuando supuestamente sufrieron abusos sexuales por parte del antiguo director del 'Arlington Catholic High School', en Boston.
La denuncia contra el cardenal O'Malley –que también se extiende al entonces obispo auxiliar de la diócesis, Robert Deeley, actualmente jefe de la Diócesis de Portland, en el estado de Maine, así como el obispo Peter Uglietto– le acusa de «tener conocimiento» de los hechos o de, en cualquier caso, «haber cometido una negligencia» al no identificar que el responsable del colegio suponía un peligro para los menores.
Francisco también espera que los pasos y las conquistas de la Iglesia en este camino «puedan ser un acicate para que otras instituciones promuevan esta cultura del cuidado». Además, propone a la sociedad y a las instituciones que su esfuerzo no se quede «en la mera aplicación de protocolos», sino que los confíen a Jesús en la oración.
CEPROME está formado por un equipo de profesionales de distintas disciplinas y de distintos países de América Latina que trabajan para que la Iglesia sea un lugar cada vez más seguro para todos, especialmente para los niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables.
En su alocución, el Papa ha recordado el relato evangélico del Juicio Final en el que se escucha: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo». «Cómo cambiaría el mundo si nos convenciéramos interiormente de que cada uno de los pequeños que encontramos son reflejo del rostro de Dios», ha reflexionado.