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EFE

La comunidad judía en Italia cuestiona la postura del Papa Francisco frente al conflicto entre Israel y Hamás

La presidenta de la comunidad judía de Roma criticó al Papa por su «equidistancia». En contraposición, el cardenal Parolin defendió la posición humanitaria del Pontífice, enfatizando que su intención es compartir el dolor de todos

En la manifestación «No al antisemitismo. No al terrorismo» del 5 de diciembre en la Plaza del Pueblo, los líderes judíos de Roma pidieron al Papa Francisco que distinga entre agresores y víctimas, especialmente en el conflicto actual entre Israel y Gaza, iniciado el 7 de octubre de 2023 con un ataque de Hamás desde Gaza a Israel, seguido por bombardeos de Jerusalem en respuesta.

La manifestación fue convocada por Noemi Di Segni, presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas, y Victor Fadlun, presidente de la Comunidad Judía de Roma. Su propósito fue rechazar cualquier forma de extremismo y reafirmar los derechos constitucionales de libertad religiosa, de pensamiento y de expresión en Italia.

«Al Papa Francisco le pido que no ponga a todos en el mismo nivel, la equidistancia y la equivicinancia (cercanía equitativa, N. del T. ) no ayudan a comprender el verdadero problema. Si realmente se quiere ayudar a los palestinos y al pueblo palestino, así como a los árabes en Israel y en otros territorios, se les debe ayudar a liberarse de la amenaza del terrorismo y ciertamente no permitir que llegue aquí, a Italia», declaró Noemí Di Segni.

Al concluir la audiencia general de este miércoles, el Papa Francisco, aquejado por una «infección pulmonar» en proceso de recuperación, expresó con voz debilitada que «la guerra siempre significa una derrota para todos; son solo los fabricantes de armas quienes ganan». Sus palabras fueron recibidas con aplausos en el Aula Pablo VI del Vaticano.

En relación con los llamados continuos del Papa Francisco, la presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas había expresado al diario católico Avvenire el 9 de octubre: «También valoramos su mención específica al Estado de Israel. Puede ser algo novedoso comprender que esta es la entidad en cuestión, no solo la Tierra Santa. El ataque está teniendo lugar en el Estado de Israel y es hacia este estado que se ha dirigido la guerra. Considero sumamente relevante que incluso desde el ámbito religioso se haya emitido una condena tan firme».

«El Papa comparte el dolor de todos»

Por su parte, el 24 de noviembre, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado vaticano, ha defendido la «posición humanitaria» de la Iglesia y del Papa Francisco: «No hay equidistancia. Es compartir el dolor de todos. Es un punto de vista humano. Lo dijo al margen de la conferencia El Magisterio de Juan Pablo I a la luz de su biblioteca que se celebró en la Pontificia Universidad Gregoriana.

El cardenal Parolin, volvía a hablar de la guerra en Oriente Medio y de la cuestión planteada por el Consejo de la Asamblea de Rabinos de Italia tras el encuentro del Papa Francisco con los familiares de los rehenes secuestrados por Hamás del pasado 22 de noviembre en el Vaticano. Como ya ha hecho en las últimas semanas, el cardenal Parolin insistía en que «se trata de un punto de vista humano, humanitario. El Papa está presente, está cerca de todos los que sufren. Esto no significa no reconocer que hay diversidades, que hay distinciones. Significa que cuando la gente sufre, el Papa está allí».

El 22 de noviembre, en el Vaticano, el Santo Padre se ha reunido con familias de rehenes israelíes y palestinos de Gaza en un gesto «exclusivamente humanitario» para mostrar cercanía espiritual al sufrimiento de ambos. Después de estos encuentros, afirmó que lo que ocurre en Gaza no es una guerra, sino terrorismo. Estas declaraciones le causaron críticas por parte de las organizaciones judías. El Consejo de la Asamblea de Rabinos Italianos (ARI) acusó al Papa de culpar públicamente a ambos lados y cuestionó el valor del diálogo judeo-cristiano. El Centro Simon Wiesenthal instó al Papa a no olvidar la responsabilidad de Hamás en las pérdidas y sufrimientos desde el 7 de octubre. El cardenal Matteo Zuppi defendió al Obispo de Roma, indicando que no equiparaba a todos y que comprendía las motivaciones del gobierno israelí. Esta situación ha generado tensiones y controversias, con opiniones divididas sobre las declaraciones del Pontífice.

Rabinos italianos critican al Papa Francisco

En otra audiencia privada del 22 noviembre, el vicario de la Custodia de Tierra Santa, Ibrahim Faltas, entregó al Papa una carta del presidente palestino Mahmud Abás. Ahí se señaló que el Papa y Abás son amigos y han abogado por la solución de dos Estados. El vicario resaltó el alto el fuego y la liberación de rehenes como signos de esperanza para el fin del conflicto.

En declaraciones a El Debate, Padre Faltas abogó para que el Papa sea visto como una voz autorizada y digna de atención en este contexto. «El Papa está comprometido en resolver la situación». «En un momento tan grave, creo que la polémica no tiene sentido. En ambos bandos la pérdida de vidas fue enorme y el respeto a esos muertos debe evitar esas polémicas. El Papa Francisco no se fija en la nacionalidad ni en la religión de las personas, ni en los que usan la violencia ni en los que la sufren. Su Santidad sólo quiere proteger la vida que, como a menudo dice, es sagrada», explicó P. Faltas.

En su editorial del 24 de noviembre en L’Osservatore Romano, Andrea Tornielli, director editorial de los medios vaticanos, defiende la postura no neutral, pero sí imparcial y solidaria de la Santa Sede hacia las víctimas de la guerra. Destaca que ante el conflicto en Oriente Medio, la Iglesia busca la paz sin cerrar el diálogo. Plantea el cuestionamiento sobre la posibilidad de condenar el ataque de Hamás a civiles israelíes y, al mismo tiempo, reflexionar sobre la respuesta militar de Israel y sus consecuencias humanitarias en Gaza. Aboga por un análisis objetivo que distinga hechos de opiniones y fomente una comprensión profunda de los conflictos actuales.

Apocalipsis en la Franja de Gaza

El conflicto entre Israel y Hamás, desencadenado en octubre, ha cobrado la vida de más de 16,000 personas en Gaza y aproximadamente 1,400 en Israel. Mientras la Santa Sede aboga por un cese al fuego, Israel lo vincula a la liberación de rehenes, generando preocupación mundial y dudas sobre la precisión de las cifras reportadas, especialmente aquellas provenientes del ministerio de Salud bajo control de Hamás en Gaza.

El subsecretario general de las Naciones Unidas, Martin Griffiths, describió la situación en la Franja de Gaza como «apocalíptica» el 5 de diciembre, destacando la difícil realidad de los civiles forzados a tomar decisiones imposibles en un territorio donde nadie se siente seguro, ya sea en hospitales, refugios o campos de refugiados. Según Reuters, los bombardeos israelíes han llevado al 80 % de los 2,3 millones de habitantes de Gaza a abandonar sus hogares.