'Arre borriquito', el villancico militar con redobles de tambor en el estribillo

Arre borriquito es un villancico de carácter militar –de ahí los redobles de tambor que figuran en su estribillo–, compuesto hacia 1930, con música del maestro Ricardo Boronat (18769-1946) y letra de Diego San José (1884-1062), escritor, periodista e historiador. Que su protagonista sea un burro, que debe acudir rápidamente a Belén –la interjección «arre» se emplea para estimular a las bestias– no tiene nada de particular, y se añade a las muchas figuras de animales que acompañan a los pastores y a las gentes de la más variada condición que se acercan al lugar del nacimiento –«en un portal miserable»– para agasajar al Niño Dios. Y este hecho se reviste de carácter festivo: «que mañana es fiesta / y al otro también», proclama la segunda parte del estribillo, que resuena al final de cada una de las tres estrofas que componen el ingenuo villancico.

Empecemos, pues, por analizar el estribillo, compuesto en versos hexasílabos que numeramos del 1 al 8- y dividido en dos partes bien diferenciadas. La primera parte (versos 1-4) es una cuarteta de rimas cruzadas en asonante /á-e/ («arre/tarde»); en cambio, la segunda parte (versos 5-8) es otra cuarteta, pero con rimas cruzadas consonantes y agudas («Belén/también»). En la primera parte, la presencia de los dos tipos de vibrantes (múltiple: «arre -presente de imperativo repetido tres veces-, borriquito, burro») y simple («deprisa, tarde») ayudan a que la aliteración refuerce el carácter apremiante de la orden que recibe el «borriquillo/burro»: es necesario marchar muy rápido ante la inquietud de llegar con retraso a Belén, tanto el propio burro («anda»), como quien lo monta («llegamos»). Podría ocurrir -que esta forma verbal («llegamos») hiciera las veces de plural sociativo, invitando al lector al recorrer en su mundo interior el camino que conduce a Belén.

Las tres estrofas presentan un esquema métrico similar. Ocho versos octosílabos, distribuidos en dos partes por efecto de la rima asonante en los pares (I: /á-a/, versos 2 y 4; /á-o/, versos 6 y 8; II: /-ía/, versos 2 y 4; /í-o/, versos 6 y 8; III: /í-o/, versos 2 y 4; /á-e/, versos 6 y 8). Y a la musicalidad del conjunto -estribillo aparte- contribuyen diferentes asonancias internas: I, verso 1: /é-o/ («Tengo puesto un nacimiento»); verso 8: /é-e/ («que lleguen los Reyes Magos»); II, verso 3: /é/ («hacia Belén para ver»); verso 5: /á-a/ («Cuando pasan los monarcas»); III, verso 5: /í-o/ («Ha nacido el Niño Dios»).

Y en cuanto a la letra, en ella figuran todos los elementos propios de un «Nacimiento»: pastores y pastoras, el rey Herodes con su palacio en lo alto de una montaña y sus soldados, los Reyes Magos y la Estrella que los guía, María, el Niño, el portal de Belén… Y, por supuesto, el Niño es el centro de atención: «Dios hijo de María» (estrofa segunda, verso 4), «tierno Niño» (estrofa segunda, verso 8); «Niño Dios» (estrofa tercera, verso 5). Y son los versos 5 a 8 de esta tercera estrofa los encargados de centrar el auténtico mensaje del villancico: «un portal miserable» es el lugar elegido para el nacimiento de Dios hecho Hombre, con objeto de hacer patente «la humildad de su linaje». Y a ese Niño es al que toda la gente de Belén quiere ver –salvo Herodes– acompañando a los Reyes Magos en su camino hacia el portal.

En ocasiones, la primera estrofa se reemplaza por otra, también de ocho versos y con el mismo tipo de asonancia: /á-o/ (versos 2 y 4: «petardo/aguinaldo»), /é-a/ (versos 6 y 8: «Nochebuena/puerta»). Y así, en tono burlesco, se añade otro elemento propio de la Navidad: el aguinaldo, es decir, la donación como regalo de dinero en metálico o en especie, siguiendo una tradición ancestral.