La única iglesia de España que esconde en sus muros un escudo de fútbol
Un cantero conocido como 'El Rana' es el responsable de esta obra
El fútbol para muchos es más que un deporte y algunos elementos de este juego trascienden la cancha. Así ocurre en la Iglesia de Santa María la Mayor en Trujillo, en la provincia de Cáceres, donde un cantero llevó su trabajo más allá de lo esperado y talló el escudo de su equipo favorito.
Iglesia de Santa María la Mayor
Este templo es una edificación románica del siglo XIII. La historia de esta iglesia está marcada por muchas reformas y ampliaciones. Por ejemplo, fue reconstruida en los siglos XV y XVI en estilo gótico y en los terremotos de 1521 y 1755 sufrió daños, por lo que parte de su estructura fue derribada. Además, se cree, que en el mismo lugar donde se erige la Iglesia, existía la mezquita alhama de Torgiela musulmana, que estuvo en uso hasta el siglo XIII.
En su época de más auge, fue el de mayor categoría religiosa de la población. Contaba con un alto número de sacerdotes en servicio y de coro, y tenía un culto litúrgico casi catedralicio. Sin embargo, en XIX cayó en crisis y perdió la importancia.
El futbol y la Iglesia
Probablemente, muchos no sepan de Antonio Serván, más conocido como 'El Rana', un cantero que en 1972 quiso elevar su ciudad natal y su equipo de fútbol. Para ello, esculpió el escudo del equipo en uno de los capiteles de la Iglesia, travesura por la cual acabaría en los diarios de los periódicos de la época.
Serván fue contratado en 1971 debido a la decisión de la Dirección General de Bellas Artes de reconstruir los dos cuerpos superiores del templo románico, que habían sido demolidos un siglo antes por el mal estado en el que se encontraban.
Liderando el proyecto de reconstrucción estaban Fernán Petisco, un aparejador, y Dionisio Hernández, el arquitecto. Dentro del grupo de trabajadores, Petisco cuenta que se encontraba Serván. Este era el que dirigía al grupo de escultores, los cuales trabajaban bajo una pequeña lona al lado de la iglesia. Allí esculpían los ornamentos y luego otro trabajador subía al andamio y los colocaba.
Petisco cuenta que quería reconstruir la iglesia como lo hacían en la época medieval, por lo que le dio la tarea a Serván, el maestro cantero, de diseñar los 52 capiteles de la torre románica, más conocida como Torre Julia. La única condición que le dio a Serván fue la de no repetir ningún motivo decorativo.
Entre todos los capiteles y elementos ornamentales que tuvo que esculpir Serván, la creatividad se le agotó, Petisco cuenta en entrevistas a distintos medios que: «Cuando estábamos a punto de acabar la obra, Serván me dijo que se le habían acabado las ideas. Que le faltaba un capitel y que no sabía qué más esculpir. Yo le dije que era él el que tenía que decidirlo, como era costumbre en el románico. Entonces me comentó que en su taller había empezado a esculpir el escudo de su equipo de fútbol. A mí me pareció bien y fue lo que talló al final y lo que Maganto colocó en la torre». La insignia del equipo estaba esculpida en un bloque de 200 kilogramos de piedra barroqueña, en esta se lee «Atlético de Bilbao», el nombre del equipo para ese entonces.
De Trujillo al Consejo de Ministros
Nadie se dio cuenta del escudo hasta seis meses después, cuando una publicación local sacó unas fotos del curioso capitel. En el pueblo las opiniones estaban divididas y poco después la noticia llegó a la prensa en Madrid. Así, el escudo en esta iglesia de Trujillo pasó a las mesas de redacción del Gobierno y al Consejo de Ministros. Petisco explica: «Un día me llamó el alcalde para decirme que el director general de Bellas Artes, Florentino Pérez Embid, estaba en Trujillo y quería hablar con el arquitecto y conmigo. Nos confesó que la noticia había llegado al Consejo de Ministros y que estaban preocupados. No sabían si ordenar su retirada y le mandaron a Trujillo para tomar una decisión». Petisco añade que le preguntaron qué opinaba el de todo este asunto, y dijo que no le parecía una atrocidad, todo lo contrario. La inclusión del escudo en la Iglesia era un motivo escultórico útil para el futuro estudio de la catedral, ya que podrían reconocer fácilmente la fecha de rehabilitación. Parece que este argumento convenció a todos aquellos preocupados y el escudo se mantuvo.
En cuanto a 'El Rana', los más cercanos a él cuentan que su preocupación era ir a la cárcel. Sin embargo, este miedo desapareció unos meses después, cuando el club le pidió que visitara Bilbao. Este se hospedó en el hotel Ercilla, lo hicieron socio del club y además realizó un saque de honor. Petisco relata que al regresar estaba muy emocionado y decía: «Yo estaba allí, en el San Mamés, rodeado de miles de personas. Y luego vi a Iribar. ¡Le abracé! He conocido a Iribar. Ya me puedo morir en paz». Años más tarde en 1982, 'El Rana' fallecería en su ciudad natal.
En la actualidad, el Athletic sigue presente en Trujillo, y no solo por el escudo. El restaurante Sandra, cercano a la iglesia, sigue siendo un lugar de reuniones para todos los seguidores del club. Cuentan los locales que en la época de 'El Rana' llegaron hasta a ser más de 200 seguidores.
Asimismo, Francisco Cáceres, el parroquiano del bar, recuerda cómo Serván acudía a ver los partidos mientras tomaba una copa de vino. También cuenta que con el paso de los años, lo hinchas de este equipo han disminuido, pero que tanto 'El Rana' como el equipo siguen presentes en la historia de la ciudad.