Fundado en 1910

El Papa alerta contra los «vientos de la guerra» que azotan a Europa en su mensaje de Pascua

Francisco ha pedido «respetar de los principios del derecho internacional»

El Papa Francisco ha alertado este domingo en su mensaje de Pascua: «No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo», al evocar los conflictos en Ucrania y en Gaza.

Desde le balcón de la logia central de la basílica de San Pedro para la tradicional bendición urbi et orbi del Domingo de Resurrección, el Papa ha repasado los conflictos y los males en el mundo y afirmó que Dios «abre las puertas de la vida, esas puertas que cerramos continuamente con las guerras que proliferan en el mundo».

Francisco, que el viernes no acudió al vía crucis para «preservar su salud» ha aparecido en buena forma y ante las más de 60.000 personas congregadas en la plaza, ha dirigido su pensamiento «a las víctimas de tantos conflictos que están en curso en el mundo, comenzando por los de Israel y Palestina, y en Ucrania».

«La guerra es siempre un absurdo y una derrota. No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo. Que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme», ha alertado. «La paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón», ha añadido.

Intercambio de prisioneros

Francisco ha recordado a «las víctimas de tantos conflictos que están en curso en el mundo, comenzando por los de Israel y Palestina, y en Ucrania» y pidió que «Cristo resucitado abra un camino de paz para las martirizadas poblaciones de esas regiones». El Papa ha instado a «respetar de los principios del derecho internacional».

Entre sus ruegos ha pedido «un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania». «¡Todos por todos!», ha aseverado.

El Vaticano había mediado en pasado para el intercambio de prisioneros en los primeros meses del conflicto, pero posteriormente la misión diplomática de la Santa Sede se quedó estancada.

Francisco ha nombrado al cardenal Matteo Zuppi para que se ocupase de una misión de mediación sobre todo humanitaria, como para que vuelvan a su país los niños ucranianos deportados a Rusia, pero por el momento no ha habido resultados.

Liberación de rehenes

Francisco ha reiterado su llamamiento para «que se garantice la posibilidad del acceso de ayudas humanitarias a Gaza, exhortando nuevamente a la rápida liberación de los rehenes secuestrados el pasado 7 de octubre y a un inmediato alto el fuego en la Franja».

«No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos», ha señalado.

«Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción? La guerra es siempre un absurdo y una derrota», ha expresado.

También ha pedido no olvidar Siria, que lleva catorce años sufriendo la guerra, o el Líbano, afectado desde hace tiempo por un bloqueo institucional y por una profunda crisis económica y social, agravados ahora por las hostilidades en la frontera con Israel y ha instado a continuar las conversaciones entre Armenia y Azerbaiyán.

El Papa ha solicitado «consuelo a las víctimas de cualquier forma de terrorismo» y rezos «por los que han perdido la vida e imploremos el arrepentimiento y la conversión de los autores de estos crímenes».

Ha rogado para que Dios «abra vías de paz en el continente africano» y ponga fin a la prolongada situación de sequía que afecta a amplias zonas y provoca carestía y hambre".

También ha citado la situación en la región de los Balcanes Occidentales, «donde se están dando pasos significativos hacia la integración en el proyecto europeo» y ha rezado para que «las diferencias étnicas, culturales y confesionales no sean causa de división»

En palabras para Haiti, ha pedido «cese cuanto antes la violencia que lacera y ensangrienta y pueda progresar en el camino de la democracia y la fraternidad» y que "conforte a los Rohinyá, afligidos por una grave crisis humanitaria, y abra el camino de la reconciliación en Myanmar.

El Papa no ha olvidado en su mensaje a los inmigrantes y aquellos que pasan problemas económicos para que encuentren esperanza y solidaridad y a los niños que «carecen de cuidados esenciales o son víctimas de abusos y violencia».