«Acepto todo lo que me vaya a mandar»
Ilia Topuria: «Si Dios destruye tus planes es porque tus planes te podrían destruir a ti»
Llegó a España con 15 años y aquí empezó a entrenar hasta convertirse hace unos meses en Campeón del Mundo de UFC
Ilia Topuria es el primer español en erigirse como Campeón Mundial de Peso Pluma de UFC (Ultimate Fighting Championship), el campeonato de artes marciales mixtas que conquistó el pasado mes de febrero a los 27 años de edad. Desde entonces, es habitual que en todas las entrevistas saque a relucir con naturalidad su fe en Dios. Y es que este luchador nacido en Alemania de padres georgianos se mudó a Alicante cuando tenía 15 años, y la espiritualidad siempre ha formado parte de su vida.
«¿Siempre has sido muy religioso desde niño?», le han preguntado Alex Benlloch y Bruno Casanovas en la última entrevista que ha concedido hace pocos días al canal de YouTube Nude Project. «Creyente», matiza Topuria, «he sido súper creyente». «Siempre he rezado por las noches», confiesa, casi sorprendido de que le interrogaran por eso. «¿A día de hoy lo sigues haciendo?», añade el entrevistador. «Mira», responde el campeón, llevándose la mano al bolsillo buscando su móvil. «Mi fondo de pantalla es un rezo», le dice, mostrándolo a cámara.
«¿Y cómo de presente está la religión dentro de tu preparación para la pelea?», inquiere otro de los conductores del programa. «Súper presente», contesta rotundo. «O sea, es lo que me da la paz realmente en mi corazón, ¿sabes?, el aceptar que hay un Dios que ve todo lo que hago y que yo acepto en cualquier momento todo lo que me vaya a mandar», prosigue el campeón mundial de UFC. «Si Dios destruye tus planes es porque tus planes te podrían destruir a ti», sentencia.
En apenas una semana, desde que la entrevista fue subida a la plataforma, ha sobrepasado el medio millón de visualizaciones, convirtiéndose en una de las más vistas del canal. En otras ocasiones, Topuria reconoce haber pasado «momentos duros, pero Él fue el único que estaba a mi lado, el que nunca me dejó rendirme, el que siempre me iluminó el camino y me dio las oportunidades para alcanzar todo lo que me he propuesto». El Matador, como le llaman, no tiene muchos miedos. De hecho, solo ha confesado tener uno: «Perder la bendición de Dios».