Escuela de verano de Biblia
¿La Biblia es un solo libro, o muchos recopilados?
Aunque normalmente nos referimos a la Biblia como un único libro, lo cierto es que se trata más bien de una recopilación de hasta 76 libros diferentes, escritos a lo largo de casi 1.400 años
No hace falta hacer ningún experimento sociológico para saber que la mayor parte de las personas, con independencia de sus creencias religiosas, consideran que la Biblia es un único libro, utilizado por los creyentes. Incluso hay quien afirma que el cristianismo, igual que el judaísmo y el islam, es una «religión del libro», en alusión al libro sagrado de cada una de esas confesiones.
Aunque en rigor se trate de un error –porque el cristianismo es el seguimiento de la persona de Cristo resucitado, y no el cumplimiento de una pauta literaria–, lo cierto es que la Biblia es, por antonomasia, el libro de los cristianos. Sin embargo, en sentido estricto, no se trata de un único libro, sino más bien de una recopilación.
73 libros de dos bloques
Como puede comprobar cualquiera que repase su índice, la Biblia es un conjunto de 73 libros. De hecho, «biblia» es un término griego que significa «libros».
Estos 73 libros están divididos en dos grandes bloques: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, para dividir los dos grandes momentos de la revelación divina: aquella en la que Dios hablaba a los hombres a través de otros hombres; y aquella en la que Dios mismo rompe todos los planes y toda tradición religiosa, para hacerse hombre Él mismo.
Cada uno de estos bloques también está formado por un conjunto de libros. Los que forman el canon del Antiguo Testamento son 46, y los del Nuevo Testamento son 27.
Los libros del Antiguo Testamento
- Los cinco primeros libros son los llamados Pentateuco, es decir, «los cinco estuches», en alusión a los tubos cónicos en los que el pueblo de Israel guardaba los papiros que recogían cada historia. Comprende los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Son los mismos textos que los judíos llaman «la Torá», es decir, la ley.
- Libros históricos: Posteriormente vienen los libros de Josué, Jueces, Rut, 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes, 2 Reyes, 1 Crónicas, 2 Crónicas, Esdrás, Nehemías, Tobías, Judit, Ester, 1 Macabeos y 2 Macabeos. En total, 16, que narran el origen del reino de Israel.
- Libros sapienciales y poéticos: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría y Eclesiástico son los 7 libros en los que, más allá de las historias concretas, se recoge la sabiduría de Dios destilada a través del pueblo de la Alianza, a través de composiciones más evocadoras y directas.
- Libros proféticos: Los libros de Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Baruc, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahún, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías son los 18 que recogen las palabras de los grandes profetas que hablaron en nombre de Dios. El judaísmo los incorpora a su escritura justo después de la Torá, y no al final, porque los asume como un comentario divino a la ley. El cristianismo, sin embargo, los pone al final, justo antes del Nuevo Testamento, como un modo de explicar que los profetas anuncian, desde antiguo, la llegada de Cristo.
La novedad del Nuevo Testamento
Como explica la Iglesia en el Catecismo, todo el Antiguo Testamento es un anticipo, una especie de aperitivo o introducción de lo que ocurre en el Nuevo: el nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús. Que se distribuye en 5 bloques:
- Los Evangelios: Los 4 evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan fueron escritos en los primeros 70 años tras la muerte de Jesús, y narran su nacimiento, vida, pasión, muerte y, sobre todo, resurrección, de Jesús. Por primera y última vez en el devenir de la Humanidad, y también en la historia de las religiones, no encontramos a un profeta que dice hablar en nombre de Dios, sino que es Jesús mismo quien se dice Dios encarnado. Y Él cambiará la Historia para siempre.
- Hechos de los Apóstoles: Una vez resucitado Jesús, este libro narra la historia de los apóstoles y de los primeros cristianos. Y aunque ocupa 26 capítulos, en rigor continúa «escribiéndose» en la vida de todos los bautizados.
- Corpus paulino: Las 13 cartas de san Pablo a comunidades de cristianos primitivos (Romanos, Corintios 1 y 2, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, Tesalonicenses 1 y 2), y a varios de sus amigos (Timoteo 1 y 2, Tito y Filemón), junto una antigua homilía anónima a los Hebreos, explican la fe cristiana a las primeras comunidades y narran las vicisitudes del «apóstol de los gentiles».
- Cartas católicas: Atribuidas a los apóstoles Santiago, Pedro (1 y 2), Juan (1, 2 y 3) y Judas Tadeo, estas 7 cartas contienen las enseñanzas dirigidas a los católicos en general, no a ninguna comunidad en particular, para mostrar cómo el seguimiento de Cristo se enraíza en la vida de cada persona, para transformarla.
- Apocalipsis: El último libro de la Biblia no es una previsión terrible del fin del mundo, sino una visión descrita por san Juan en su exilio en la isla de Patmos sobre cómo será la victoria final de Dios sobre el mal en el mundo.
Así, toda la historia de la Salvación se recopila en un solo tomo… aunque sean 73 libros diferentes.