Fundado en 1910
Hunter

Hunter Armstrong reconoce haber estado «al borde de la locura»Quinn Rooney/Getty Images

Hunter Armstrong, oro olímpico en natación: «Dios es mi prioridad»

El campeón vivía «una fe periférica» hasta que el dolor y el apoyo de otros atletas cristianos le hicieron poner a Dios en el centro

Completar en 46,75 segundos la tercera etapa del relevo libre masculino de 4×100 metros le valió para que él y sus otros tres compañeros se hicieran con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París. «Dios es mi prioridad. Realmente, no puedo vivir sin Él. Puedo vivir sin nadar o sin ser un atleta olímpico o cualquier cosa de esas, pero no puedo vivir sin Dios», declaró Hunter Armstrong recientemente al Baptist Press.

Pero no siempre ha tenido clara esta idea. La ruptura con su prometida, unida al fallecimiento de su abuelo, con quien se sentía muy unido, supusieron un duro golpe para él. «Siento que, en los últimos años, he estado al borde de la locura», confiesa. «El mayor catalizador del cambio en la vida suele ser el dolor», sentencia el campeón olímpico. «A veces, Dios te dejará en una tesitura en la que no tendrás otra opción que recurrir a Él», explica. Aunque siempre se ha considerado cristiano, la fe era, para el nadador, «algo periférico».

El dolor le hizo cambiar, al igual que estar rodeado de otros deportistas cristianos como Michael Andrew y Carson Foster. Recuerda que, en una competición de natación, coincidió con Andrew. Apenas se conocían, pero Armstrong estaba especialmente nervioso antes de la carrera. «Andrew salió de la piscina, se acercó y me dijo: ‘Oye, ¿puedo orar contigo?’», recuerda Armstrong. «Ahí me di cuenta de cómo se emplea la fe en la competición», señala. Posteriormente, Foster le invitó a participar en su grupo de estudios bíblicos junto a otros nadadores de competición.

comentarios
tracking