Las cinco claves de una diócesis inglesa para incrementar un 164 % su número de conversos

Southwark no es una de las diócesis católicas más importantes de Inglaterra, ni de las más grandes, ni de las más numerosas. Pero algo está ocurriendo desde que, en 2019, monseñor John Wilson fuera nombrado arzobispo de esa sede episcopal situada al sur de Londres y que congrega a 400.000 católicos (de los cuales, se calcula que solo 80.000 practican con regularidad). Este año, 450 adultos han completado el curso que les permitirá acceder a los sacramentos de iniciación cristiana (el bautismo, la confirmación y la eucaristía) en la archidiócesis, lo que supone un aumento del 164 % respecto al año anterior y la cifra más alta desde 2015, según recoge el portal norteamericano The Pillar.

Lo primero que comprobó el obispo con su equipo de gobierno es que las 175 parroquias de la diócesis se encontraban completamente desconectadas unas de otras. Así que echaron a rodar una iniciativa denominada Some definite service (algo así como Un servicio definido), para facilitar que cada fiel de la diócesis viera dónde encajaba mejor en función de sus intereses y sus talentos. Para ello crearon una red de voluntarios misioneros, responsables de promover tres áreas en cada arciprestazgo de la diócesis: la evangelización, la catequesis y la formación.

No están «abandonados»

«Creo que ha habido un cambio fundamental: los fieles hablan ahora mucho más de la necesidad de evangelizar. Las personas que antes lo hacían de manera descoordinada, limitada o local se conectan entre sí», explica Mark Nash, un laico que es la mano derecha del obispo en este proyecto. Los que se han implicado en Un servicio definido «no están abandonados a su suerte, sino que cuentan con un amplio sistema de apoyo», añade. Según Nash, «los voluntarios de la archidiócesis de Southwark destacan que se sienten parte de un equipo más amplio y saben a quién recurrir cuando necesitaban ayuda».

«Hay un gran compromiso por parte de la archidiócesis y también del arzobispo, porque han invertido en todos los recursos necesarios. Están a una llamada de distancia», asegura María Christopher, una de las voluntarias. «Es muy transformador», añade. «Las parroquias están cobrando vida. Anteayer tuve una reunión con la responsable de una parroquia. Me contaba que de repente viene más gente, hay más entusiasmo, la gente quiere conocerse», subraya.

Los responsables del proyecto evangelizador de Southwark dan cinco claves:

1. Dejar actuar al Espíritu

Muy sabido pero, a la vez, quizás no suficientemente practicado. «El Espíritu Santo está trabajando. Somos eslabones de una cadena. Esta conectividad entre las personas está suscitando una curiosidad que lleva a tener una conversación con las personas adecuadas», explica Christopher. «Creo que esto se debe exclusivamente a que todas las buenas personas rezan, y rezan juntas», prosigue. «Hay una colaboración con el Espíritu Santo y con cada uno de nosotros. Así que estos son los efectos», expone.

Como ejemplo, cita la campaña de oración de la pasada Cuaresma llamada Give Prayer a Go, que llegó a más de 1,5 millones de personas solo en Facebook en su primera semana.

2. Liderazgo del obispo

Monseñor Wilson «es una figura alegre y enérgica que está muy comprometido con las Sagradas Escrituras y con el Catecismo de la Iglesia Católica. Estos dos elementos van de la mano. Y, además, está empezando a hacer muchas cosas nuevas», refiere Christopher.

«Es una persona muy accesible, agradable y también muy devota», dijo sobre el arzobispo de 56 años. «Muestra una gran disposición para escuchar y acoger», remacha. «Realmente cree en una comunidad de discípulos misioneros, y por eso quiere que Southwark se convierta en una archidiócesis misionera y evangelizadora. Aquí están sucediendo cosas gracias a su manera de ser, pero también gracias a su pasión», subraya. Por último, Christopher destaca que monseñor Wilson «tiene unas dotes comunicativas extraordinarias».

3. Formar líderes parroquiales

«Pedimos a cada parroquia que forme a tres líderes: uno para la evangelización, otro para la catequesis y otro más para la formación. Y les pedimos que oren», explica Nash. «Eso es lo principal: queremos tres personas y un plan desarrollado que se vaya perfeccionando con el tiempo», añade.

4. No imponer un único modelo parroquial

Nash describe la archidiócesis como «un crisol multicultural», con comunidades hispanas, africanas, una creciente población asiática y grupos de Europa del Este. «Tenemos cuidado para no imponer un modelo único para todos», asegura. «Podemos recomendar una o dos cosas que han funcionado en otros contextos, pero tratamos de ayudar a los párrocos y a sus equipos a detectar las necesidades de su lugar y luego hacer sugerencias de acuerdo con lo que perciben que necesitan», añade. «Así, los líderes parroquiales tratan de elaborar un plan para articular una visión de lo que quieren que sea su parroquia, o lo que creen que el Señor quiere que sea su parroquia», señala. «Luego les pedimos que definan la situación de su entorno: ¿es urbano o rural? ¿Es una comunidad asentada o con mucha movilidad? ¿Hay una universidad o un hospital?», cuestiona.

Por último viene la labor de «asesoría»: «¿Cómo se puede superar esa brecha entre lo que uno quiere ser y lo que uno es actualmente? ¿En qué se quiere centrar? Y les orientamos con aquello en lo que quieren centrarse».

5. Bienvenida y comunicación

Andrew La Trobe, responsable de la evangelización en la parroquia de Sevenoaks, en Kent, explica los pasos que siguen para acoger a la gente: «El primero es la bienvenida: revisar cómo la parroquia da la bienvenida a los recién llegados. El segundo es mejorar la comunicación dentro de la parroquia, incluida la actualización del sitio web. Y el tercero es la hospitalidad», desgrana.

«Acabamos de remodelar nuestro centro parroquial, por lo que tenemos mejores instalaciones para recibir a los feligreses», explica. La Trobe, que trabajó en el sector financiero durante 30 años, ha experimentado ahora una nueva experiencia de Iglesia. «Nuestra vida como católicos se vive principalmente en nuestras parroquias, lo cual es genial. Ahora hemos juntado a personas que son bastante activas en sus iglesias y que pueden compartir ideas, brindar apoyo y ofrecer orientación sobre lo que ha funcionado y lo que no en ellas», concluye.