La parroquia de María, Madre de la Iglesia, de Catarroja, se ha convertido en el epicentro de la caridad cristiana. Decenas de voluntarios van y vienen portando alimentos, agua, productos de limpieza, ropa, medicinas, y todo lo necesario para socorrer a los más afectados. «La gente, cuando viene a por comida, también aprovecha para rezar», explica el párroco