Libertad de expresión y de educación, en la cumbre provida: «Quieren convertir la familia en un concepto fluido»
La VI Cumbre Transatlántica 'Por la libertad y la cultura de la vida', organizada por Political Network for Values, ha reunido este lunes en el Senado a más de 300 líderes políticos y cívicos de más de 45 países
La segunda sesión de la VI Cumbre Transatlántica Por la libertad y la cultura de la vida ha comenzado en la tarde de este lunes, 2 de diciembre. Tras varias sesiones en la mañana dedicadas al aborto, la eutanasia y el impacto de la cultura de la vida en el desafío demográfico, le ha tocado el turno a la libertad de expresión y la libertad religiosa como pilares de la democracia.
Sobre la tarima se encontraba como moderador Jerzy Kwaśniewski, presidente del Ordo Iuris instituto para la Cultura Legal de Polonia, quien ha destacado la necesidad de reafirmar estas dos libertades básicas de los derechos humanos. «Esta cumbre es una manera de potenciar y reforzar a sus defensores», ha destacado antes de dar voz a Paolo Inselvini.
El italiano, miembro del partido de Meloni, se ha presentado como el eurodiputado más joven de los conservadores. «Hablar de libertad de expresión y religiosa significa hablar de la esencia misma de nuestra civilización», ha asegurado. Estas, ha continuado, no son «fruto del progreso», sino que «están inscritas en el corazón mismo del ser humano».
Ha recordado la representación de La última cena en los Juegos Olímpicos de París para ejemplificar que «ser cristianos significa a menudo enfrentar hostilidad, burla y discriminación», para comentar también que se ataque a la libertad de expresión en nombre del progreso. En este contexto, entra en juego el pensamiento woke y la ideología de género. «Un movimiento que busca imponerse y enseñar a nuestros hijos que se puede nacer en el cuerpo equivocado», ha denunciado Inselvini.
La primera batalla para el eurodiputado italiano es la defensa de la vida y de la familia, como primer y más importante núcleo de la sociedad. «Es en la familia donde se forman las personas, donde se construye el futuro y lo woke busca desfigurarla en un concepto fluido», ha argumentado y ha seguido: «Enseñar a los niños que todo puede ser familia y que pueden elegir su género no es progreso, es confusión».
Con esto se ha mostrado de acuerdo Nicolás Mayoraz, miembro del Parlamento de Argentina, quien ha comentado que «es imposible concebir el occidente que conocemos, o que conocíamos, sin estos valores fundamentales y sin su raíz cristiana». La crisis, para Mayoraz, llegó cuando «nuestras generaciones abandonaron a Dios», ya que «si no se vuelve a mirar a esa trascendencia del ser humano, la batalla pierde sentido».
El parlamentario se ha mostrado optimista ante la nueva etapa que le ha tocado vivir en su país. «Milei ha tomado nuestras banderas de la vida, de la familia, de la libertad y la propiedad y las hizo suyas», ha afirmado. Ante esta situación, ha desvelado que lo que ha sucedido en Argentina es que «ha ganado el sentido común» y ha desvelado que las claves de este cambio residen en la honestidad intelectual y moral de Javier Milei, la formación, las estrategias inteligentes en redes sociales y, por último, confiar en Dios.
Por último, ha tomado la palabra Eduardo Girão, miembro del Senado de Brasil y presidente del movimiento provida en el país, quien ha denunciado la grave amenaza bajo la que se encuentra la nación amazónica. «En lugar de proteger el derecho de las personas a expresar sus opiniones, algunas autoridades han optado por silenciar voces», ha lamentado antes de anunciar que Brasil vive una «dictadura judicial» controlada por el Tribunal superior federal y donde el juez es a la vez «víctima, juez y promotor» de las investigaciones penales que esta misma institución tiene poder para iniciar.
Girão ha recordado a los más de 2000 presos políticos brasileños que han sido detenidos en circunstancias arbitrarias. «El mundo celebra Brasil por la samba y el futbol, mientras que cerca del 71 % de los ciudadanos temen expresarse debido a las represalias del poder», ha aseverado.
La libertad para educar a los hijos
La siguiente ponencia de esta Cumbre Transatlántica ha tenido como tema central la libertad de educación, que ha sido moderada por Elio Gallego, director del centro de análisis sociales CEU-CEFAS. «Quieren que nuestros hijos sean maleables a sus políticas. Nos enfrentamos no solo a una ideología que es totalitaria, sino también parasitaria», ha comenzado su presentación, en la que ha puesto en valor la libertad educativa de los padres para que los hijos tengan una vida «lograda y feliz».
Tras ello, ha dado la palabra al ex ministro de Educación de Polonia y actual miembro del Parlamento, Krzysztof Szczucki, quien ha recordado que la familia es la «piedra angular de la sociedad» y los padres, «los educadores más importantes de los hijos». Así, ha afirmado que la educación ha de ser un apoyo, y no una sustitución de las familias. «Las escuelas, en vez de impartir valores, transmiten ideologías», ha compartido al tiempo que ha insistido en que la educación debería basarse en principios universales, «como la dignidad humana», ha destacado. «Tenemos que asegurarnos que la educación promueve valores que son duraderos y universales», ha instado.
No obstante, Kerri Seekins-Crowe, miembro de la Cámara de Representantes de Montana, ha manifestado que «no podemos seguir permitiéndonos una educación libre, porque hay un adoctrinamiento». «En lugar de que los niños aprendan a leer y a pensar, se les enseña ideología de género», ha comentado sobre la situación de las escuelas en este estado americano. «Los sindicatos de educación están politizando las escuelas y los padres lo están pagando», ha continuado. Sobre esto, añade que la administración a los profesores decirle a los padres que sus hijos se identifican con otro sexo ni tampoco les permite saber qué libros leen en la biblioteca de los centros educativos. «Los niños han perdido su inocencia y los padres, su capacidad para protegerla».
Por último, ha tomado la palabra Paola Holguín, senadora de Colombia, quien ha recordado que tras la Segunda Guerra Mundial se estableció en la Declaración Universal de Derechos Humanos que los padres tenían derecho preferente a elegir la educación para sus hijos, al tiempo que también ha rememorado el mensaje de Juan Pablo II en su carta a las familias de 1994, centrada en el valor social y espiritual de estas como centro de formación. «Los padres so los primeros y principales educadores de sus propios hijos, por encima del valor complementario que agregan otras personas e instituciones», ha comentado.
Así, ha lamentado que se ha «expropiado el derecho de los padres a educar de acuerdo a sus preferencias espirituales y religiosas», mientras que ha puesto el foco en la educación como llave para «superar la posverdad, el relativismo y el populismo».