Esta es la oración que se recita para frenar a los yihadistas que atacan a los cristianos de Alepo

Tan congelado estaba el conflicto que, a juzgar por el silencio de los medios de comunicación durante los últimos meses, muchos podrían haber pensado que la guerra de Siria había tocado a su fin. Pero nada más lejos de la realidad. La reciente ofensiva de una miríada de grupos yihadistas, aliados en un golpe contra el Gobierno de Bashar Al Asad en el entorno de la ciudad de Alepo, ha convertido esta guerra durmiente en una nueva pesadilla de muerte y miedo.

Un terror –algunas fuentes hablan de más de 400 muertos en ambos bandos–, amalgamado con la confusión y la dificultad para saber qué intereses mueven a cada uno de los grupos en esta nueva contienda: kurdos, facciones del Daesh y de Al-Qaeda, soldados turcos, tropas gubernamentales, bombarderos rusos, grupúsculos islamistas, traficantes de armas…

«Muchos muertos y miedo generalizado»

Lo único seguro es que en medio de todos los fuegos se encuentra la población civil, indefensa y golpeada de nuevo. Y, de forma especialmente vulnerable, los cristianos sirios de la región. «La situación es muy tensa. Hay enfrentamientos intensos, muchos muertos y heridos. Los hospitales están saturados y el miedo es generalizado», alerta desde Alepo el misionero del Instituto del Verbo Encarnado Hugo Alaniz.

Este sacerdote argentino se ha puesto en contacto con Ayuda a la Iglesia Necesitada, la organización de Derecho Pontificio que auxilia a los cristianos perseguidos a lo largo del mundo a causa de su fe. Y lo ha hecho no sólo para denunciar los nuevos estallidos de violencia que han sembrado las calles de cadáveres de soldados que nadie recoge, como signo de amenaza, sino también para pedir expresamente a los cristianos de todo el mundo que se unan en oración por ellos.

Confianza en Dios e iglesias abiertas

«La gente aquí tiene mucha confianza en la intercesión de Dios y en el poder de la oración. Pedimos oraciones por esta situación. Ojalá pase pronto y no cause más daño», ha añadido el padre Alaniz.

Hay que tener en cuenta que, tanto las aldeas cercanas como la propia Alepo, la segunda ciudad más grande del país y enclave emblemáticos para la población cristiana, se encuentra ahora bajo el control de las tropas rebeldes, de sesgo yihadista.

Y, como ha afirmado para la agencia Fides el arzobispo maronita de Alepo, monseñor Joseph Tobji, tras el toque de queda impuesto por los atacantes, «toda la ciudad está en pausa, todos los comercios están cerrados: las panaderías, las tiendas...».

Las parroquias, sin embargo, abrieron sus puertas el pasado fin de semana, en el margen que dejaba el toque de queda. Y no se quedaron vacías: muchos cristianos, a riesgo de perder su propia vida, acudieron a celebrar la eucaristía.

Para acompañarlos, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha distribuido entre sus benefactores una oración a la patrona de Siria, la Virgen de la Asunción, que piden sea rezada por cualquier cristiano del mundo que quiera interceder ante Dios por la situación del país: