
Detalle de las manos del Papa Francisco con un rosario dentro de su ataúd
Los cinco símbolos escondidos en las imágenes del féretro del Papa
Francisco dejó dispuesto cómo quería que fuesen sus exequias, y las primeras imágenes de su capilla ardiente revelan un simbolismo muy cuidado
Lo hizo Juan Pablo II cuando en el año 2000 estableció un protocolo para regir los funerales, y lo hizo de nuevo el Papa Francisco al redactar el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el protocolo por el que el propio Santo Padre dejó estipulado cómo quería que fuese su despedida de este mundo. Con su modificación, el mismo Pontífice reconocía que pretendía «expresar mejor la fe de la Iglesia en Cristo Resucitado».
Y el primer paso para hacerlo ha sido la capilla ardiente que se ha instalado desde primera hora del martes en la Casa de Santa Marta, y cuyas primeras imágenes ha dado a conocer la Santa Sede. Unas fotografías que han permitido constatar la enorme importancia que durante toda su vida el Papa Francisco concedió a los gestos, y que revelan una profunda carga simbólica de fondo, no del todo evidente pero muy meticulosamente dispuesta.
1. Ante el altar de su capilla diaria

El Vaticano muestra las primeras imágenes del féretro abierto del Papa Francisco
La primera novedad estriba en que el cadáver del Papa ha sido expuesto, no en la capilla papal, sino ante el altar de la pequeña capilla de la Casa de Santa Marta, donde él residía. Se trata del mismo templo doméstico en que el Papa celebraba la Eucaristía a diario, y desde el cual, al comienzo de su pontificado, la Santa Sede distribuía un resumen de sus homilías espontáneas. Una de sus imágenes más simbólicas de aquellos primeros años fue la del Papa sentado, en un momento de oración, en la última fila de la capilla, mientras otros fieles ocupaban los primeros bancos.
2. Cirio pascual encendido

El Papa Francisco, de cuerpo presente, junto al cirio pascual
3. Un Papa sin báculo

El ataúd abierto del Papa Francisco
A diferencia de lo que ocurrió con Juan Pablo II, el cuerpo del Papa ha sido dispuesto sin el báculo entre los brazos. De este modo, Francisco decidió prescindir del signo visible que representa la autoridad pastoral y de gobierno de los obispos, en este caso, del Obispo de Roma. Una renuncia en consonancia a la frase que repitió en varias ocasiones: «El sudario no tiene bolsillos».
4. Ataúd sin catafalco y forrado de rojo

Ataúd abierto del Papa Francisco
Francisco ha querido que su cuerpo descansase dentro del féretro y no directamente sobre el catafalco –la plataforma de madera que es llevada en procesión antes de su funeral–, como era frecuente con todos los anteriores pontífices. Sí ha mantenido la casulla roja y el forro rojo del féretro, el mismo color que emplean los sacerdotes el Viernes Santo y que tiene un doble significado: por un lado, la capacidad de dar la vida por Cristo y por el anuncio del Evangelio; por otro, el haber sido «empapado» por la sangre redentora derramada por Jesús. Porque también el Papa, que tantas veces se reconocía pecador, necesita ser salvado por Cristo, sobre todo en el trance de la muerte –el inicio de la vida eterna– .
5. Rosario... y anillo sin destruir

Detalle de las manos del Papa Francisco con un rosario dentro de su ataúd
Las manos del Papa han dejado una de las imágenes más notables. En primer lugar, porque aparece con un sencillo rosario entre las manos, con cuentas de madera y anudado con cordel, mostrando su profunda devoción mariana y la sencillez de su fe.
Pero también porque, de forma llamativa, luce «el anillo del pescador» sin destruir, tal y como exige el ritural Si vives realizado la víspera por el cardenal camarlengo, Kevin J. Farrell. Es probable que sólo haya sido destruido el sello de plomo, o que el que luce el Papa sea uno de varios anillos creados para el Santo Padre, cuyos recientes problemas médicos le habían provocado una evidente hinchazón también en los dedos.