Diez años de la muerte de Chiara Corbella, la muchacha que antepuso la vida de su hijo al tratamiento de cáncer
La muchacha italiana ya es sierva de Dios por anteponer el nacimiento y la salud de su hijo al tratamiento de cáncer y recordar a todos que «la vida es un regalo maravilloso»
Se cumplen 10 años de la muerte de Chiara Corbella, la joven italiana que murió con 28 años, que ya es «sierva de Dios», por su vida ejemplar para todas las madres jóvenes del mundo.
La causa de beatificación sigue su curso, tras morir debido a un cáncer que ella se negó a medicar hasta que no naciera su hijo, y consciente del peligro al que se exponía.
La vida es un regalo
La confianza en la providencia de Dios dirigió en todo momento su decisión, mientras repetía constantemente que "la vida es un regalo maravilloso».
Chiara murió a los 28 años a causa de un cáncer de lengua cuando, además, le notificaban la noticia del embarazo de su tercer hijo; de ahí que decidiera renunciar a la quimioterapia necesaria para tratar el tumor.
Chiara, la joven madre que la Iglesia propone como ejemplo virtuoso de amor a la vida del fruto de su vientre, dejó escrita una carta a su hijo antes de morir:
«Voy al Cielo para ocuparme de María y Davide, tú quédate aquí con papá. Yo desde allí rezaré por vosotros. Eres especial y tienes una gran misión. El Señor te ha elegido y yo te mostraré el camino a seguir si abres tu corazón. Confía en mí, vale la pena. Mamá».