Fundado en 1910

'Traditionis custodes' del Papa Francisco limita al permiso del obispo la celebración de la misa tridentina.

Traditionis Custodes

Por qué ha limitado el Papa Francisco la celebración de la misa preconciliar a los tradicionalistas

A partir del Motu proprio, deberán tener siempre el permiso del obispo y las lecturas del día deberán leerse en el idioma local, con la traducción propuesta por la conferencia episcopal Española

El papa Francisco emitió el Motu Propio Traditionis Custodes para restringir las misas celebradas en la forma extraordinaria del rito romano, que es la misa tridentina conocida también como misa de San Pio V y que utiliza el Misal Romano de 1962, anterior al Concilio Vaticano II.

Con permiso de Benedicto XVI

Benedicto XVI había permitido esta modalidad de celebrar misa en su carta apostólica Summorum Pontificum de 2007, en la que reconocía el derecho de todos los sacerdotes a celebrar misa utilizando el Misal Romano de 1962, como un gesto a los sectores tradicionalistas de la Iglesia católica.

Con permiso del obispo

El Papa Francisco no ha prohibido celebrar la eucaristía según esta modalidad; pero a partir del Motu proprio deberán tener siempre el permiso del obispo y las lecturas del día deberán leerse en el idioma local, con la traducción propuesta por la conferencia episcopal Española.

Los grupos tradicionalistas y sedevacantistas continúan desdeñando la renovación conciliar en materia pastoral, doctrinal y ecuménica

Acoger el Concilio Vaticano II

El obispo de la diócesis debe asegurarse de que los grupos que ya celebran con el misal antiguo «no excluyan la validez y legitimidad de la reforma litúrgica, los dictados del Concilio Vaticano II y el Magisterio de los Sumos Pontífices», ya que no acoger dicha reforma es no acoger el concilio, dañando de este modo la comunión de la Iglesia.

A pesar del gesto paternal de Benedicto XVI hacia los sectores tradicionalistas y sedevacantistas, dichos grupos continúan desdeñando la renovación conciliar en materia pastoral, doctrinal y ecuménica, con serios problemas para reconocer la libertad religiosa de otras confesiones, agudizando posiciones sectarias e integristas contra el resto de la Iglesia.

El uso distorsionado que se ha hecho de esta facultad es contrario a las intenciones que llevaron a conceder la libertad de celebrar la Misa con el Misal Romano de 1962Papa Francisco

Desde el fin del concilio no han modificado sus postulados, ni las relaciones con Roma; de hecho, se han afianzado con el tiempo en sus posiciones cismáticas.

En la carta adjunta a los obispos explicando su decisión, Francisco confiesa: «En defensa de la unidad del Cuerpo de Cristo, me veo obligado a revocar la facultad otorgada por mis predecesores. El uso distorsionado que se ha hecho de esta facultad es contrario a las intenciones que llevaron a conceder la libertad de celebrar la Misa con el Missale Romanum [Misal Romano] de 1962 ».

Al mismo tiempo, Francisco declara que las respuestas a una encuesta a obispos realizada por la Congregación para la Doctrina de la Fe en 2020, «revelan una situación que me preocupa y entristece, y me persuade de la necesidad de intervenir», tomando la polémica y discutida decisión de restringir las misas tridentinas a la decisión y el permiso del obispo diocesano.

Francisco ha lamentado que se aprovechara «una oportunidad ofrecida por san Juan Pablo II y, con aún mayor magnanimidad, por Benedicto XVI, destinada a recuperar la unidad de un cuerpo eclesial con sensibilidades litúrgicas diversas, para ampliar las brechas, reforzar las divergencias y alentar los desacuerdos que daña a la Iglesia, bloquear su camino y exponerla al peligro de la división ».