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'Santiago en la batalla de Clavijo', de Vicente CarduchoMuseo del Prado

Quién dijo la famosa frase «Santiago y cierra, España»

Santiago el Mayor, «Hijo del trueno», es el Patrón de España; evangelizó la península y protagonizó la primera aparición de la Virgen María, junto a sus discípulos

Cerca de una antigua villa romana situada en el monte Libredón, un eremita llamado Paio vio unas estelas que señalaban un antiguo mausoleo; donde Teodoro y Atanasio, discípulos del apóstol, enterraron sus restos. Lo sepultaron ahí por ser el lugar más occidental en el que «el Hijo del trueno» predicó la Buena Nueva, el finis terrae hispano.

El Rey Alfonso II de Asturias, que emprendió el camino hacia el sepulcro, se convirtió en el primer peregrino.

Tras el hallazgo, Paio fue a comunicarlo al obispo Teodomiro, de Iria Flavia, quien confirmó que se trataba de los restos del apóstol. Este se lo comunicó al rey Alfonso II de Asturias, que emprendió el camino hacia el sepulcro, convirtiéndose así en el primer peregrino. Sin dudarlo, ordenó la construcción de una iglesia, que más adelante fue sustituida por una más grande y posteriormente por la actual catedral de origen románico. También ordenó la construcción de un monasterio, donde residieron los monjes encargados de la custodia del sepulcro: el monasterio de San Paio, que se encuentra en las inmediaciones de la catedral actual y que es habitado por monjas de clausura.

Patrón de España

Siglos más tarde el papa Urbano VIII, en 1630 decretó de forma oficial, que el apóstol Santiago es el patrón de España. Sus razones fueron, que, según la tradición, Santiago llegó de Palestina a la Bética romana y predicó por tierras hispanas hasta llegar a Padrón. Años después de su vuelta a Palestina fue decapitado en el año 44 por Herodes (Hch 12, 2-3) y sus restos fueron trasladados a Gallaecia.

Santiago y el Pilar

¡Santiago y sus discípulos adorando a la Virgen del Pilar', Francisco de Goya

Además, durante su predicación por Hispania, el apóstol tuvo una aparición de la Virgen María, que se le presentó sobre un pilar para darle ánimos en la evangelización de aquel pueblo que se resistía a convertirse a la verdadera Fe y que, sin embargo, siglos más tarde sería el mayor defensor de la Fe Católica en el mundo.

¡Santiago y cierra, España!

Antes de ser oficialmente patrón de España, Santiago ya era un signo de hispanidad y Fe. Las tropas de los reinos hispanos durante la Reconquista y las tropas imperiales le invocaban al grito de «¡Santiago y cierra, España!»

El rey Sancho VII de Navarra 'El fuerte' cargando contra la guardia de Muhammad An-Nasir en la 'Batalla de las Navas de Tolosa' (1212)

Según las crónicas en el año 844, el entonces rey asturiano, Ramiro I rechazó entregar un tributo de 100 mujeres al Emir de Córdoba. Este, ante la negativa del rey hispano, decidió enviar un ejército al mando de Abderramán II con la intención de someterlos. Encontrándose en minoría el ejército del rey asturiano, decidió refugiarse en el castillo de Clavijo, en La Rioja. Esa noche Ramiro I tuvo un sueño místico en el que Santiago se le presentó. En el sueño el apóstol le animó y dio coraje para presentar batalla contra Abderramán II asegurándole que saldría victorioso a pesar de la inferioridad numérica. Al día siguiente, el rey narró su visión a sus tropas y les arengó para la batalla. Al grito de «¡Santiago!» las tropas cristianas salieron al combate derrotando heroicamente a las tropas de Abderramán II; según la leyenda durante la batalla apareció el «Hijo del trueno» a lomos de un caballo blanco, espada en mano y enarbolando una bandera blanca con una cruz encarnada en su interior.

«Santiago y abre España, a la libertad y al progreso»Valle-InclánLuces de Bohemia

La desafortunada interpretación del gran Valle-Inclán en Luces de Bohemia, donde irónicamente escribió «Santiago y abre España, a la libertad y al progreso» hacía entender la expresión como una cerrazón de mente, pero nada más lejos de la realidad, ya que ese «cerrar», en realidad, respondía a una orden militar que mandaba cerrar, precisamente, el cuadro de formación a infantería y caballería, para acometer y acortar distancia con el enemigo y entrar en combate.

Por tanto, el grito de guerra tenia una triple función: el de dar una orden a las tropas, el de invocar a la Providencia divina y el de invocar a la patria por la que iban a derramar su sangre.