En lo alto de la sierra madrileña de Guadarrama, el complejo incluye aparte del sonado monasterio, un palacio, una basílica, un panteón, una biblioteca y un colegio. Comenzó a construirse en 1563 bajo un plan que lo convirtió en residencia de la familia real española y lugar de sepultura de los reyes de España. El recinto monástico fue fundado por monjes de la Orden de San Jerónimo, aunque ahora habitan en él frailes de la Orden de San Agustín. De El Escorial son bien conocidos igualmente el coro de cuarenta y cinco niños que allí residen y reciben formación académica: la Escolanía de El Escorial. Un total de cinco arquitectos intervinieron en la obra, aunque el principal y al que Felipe II encargó el proyecto fue Juan Bautista de Toledo. A finales del siglo XVI fue considerado la Octava Maravilla del Mundo, tanto por su gran tamaño como por su enorme valor simbólico. Su forma, a imagen de una parrilla, es la primera de muchas formas de honrar a san Lorenzo, junto con la gran cantidad de reliquias que el Rey mandó traer de todas partes del mundo, como