Cerca de la ciudad (Luis Lucia, 1952), La Señora de Fátima (Rafael Gil, 1951), Marcelino, pan y vino (Ladislao Vajda, 1954), ¡Se armó el belén! (José Luis Sáenz de Heredia, 1970) son algunas de las muchas películas de temática religiosa que se rodaron en España durante los años en que, casualmente, ejercía la jefatura del Estado el general Francisco Franco. Al igual que Sor Citroën, se trata de largometrajes de tono cándido, con creyentes de buena fe y un clero abnegado. Esta película destaca a los personajes femeninos y, como suele suceder en aquellos años, opta por un aggiornamento suave –sin estridencias, con sonrisa tolerante y devoción íntegra– de la Iglesia, expresado en la evidente metáfora del Citroën 2 CV y la monja conductora. Los rasgos de la hermana Tomasa (Gracita Morales) despiertan simpatía natural: sencillez, constancia, entrega, inocencia con un ligero tono de picardía casi infantil. Melodrama de huérfanos, enfermedades que se acaban curando, y reconfortantes sentimientos.