Fundado en 1910

Íñigo Guerrero, productor musical de HakunaEl Debate

El productor musical de Hakuna: «En Hakuna uno vive lo que canta y canta lo que vive»

El productor musical de Hakuna desvela cómo se crean los discos y cómo las canciones pasan de una Adoración eucarística a ser un bombazo en Spotify

​​

Se llama Íñigo Guerrero y ama la música. Amar la música significa conocerla y ser un virtuoso. Lleva dos décadas en este negocio: desde Iglú Producciones y otras empresas participa en los proyectos más dispares, graba discos, toca la guitarra, da algún concierto, crea canciones y sintonías, arregla acordes y pasa horas en su mesa de mezclas. Trata los instrumentos y las notas casi con tanto mimo como a su mujer a y sus hijos. Él es el productor musical de Hakuna Music.

Iñigo GuerreroEl Debate

–¿Qué hace un productor musical? ¿Cuál es su cometido?

–Ser un productor musical consiste en producir una obra musical, que parte de una autoría, de una canción, de algo que es casi tangible. Es una idea. Y hay que hacer que esa idea de canción disponga de todos los medios para que llegue a buen puerto y suene de la mejor manera posible. Es un trabajo muy diplomático, porque tienes miles de alternativas.

–¿Cómo empezó a grabarse la música de Hakuna?

–En los primeros discos, empezó como un proyecto más; había unas canciones con algo muy básico, una voz, unas guitarras y a partir de ahí había que construir un disco. Pero con el paso de los años Hakuna ha ido creciendo, la gente se ha ido formando y cada vez el proceso es mucho más colaborativo. La gente entiende más, aprende más, toca mucho mejor. Ha sido muy bonita esa evolución. Hemos partido de un desconocimiento absoluto de cómo se graba un disco y ahora es todo lo contrario. Ahora hay unos compositores espectaculares.

Hakuna es un grupo de gente que está cantando y cree en lo que canta.Íñigo GuerreroProductor musical de Hakuna

–Pero Hakuna no es un grupo al uso. No es un bajo, una o dos guitarras, una batería y un solista. ¿Hasta qué punto es más complicado?

–Sí, es más complicado, y cada canción tiene un alma muy diferente. Se intenta no poner cortapisas, porque hay canciones en que se habla del sufrimiento de la gente, y luego otra canción habla de la alegría de sentirse querido. Son tan radicalmente diferentes, que ¿cómo unes todo eso? En Hakuna hay algo muy bonito, porque una cosa que une a todo es el coro. El coro es lo que va a dar cuerpo, identidad. Porque Hakuna es un grupo de gente que está cantando y cree en lo que canta. Por eso procuramos que se mantenga en todas las canciones.

La guitarra de Iñigo GuerreroEl Debate

–¿Qué otras diferencias encuentras en comparación con un grupo de música cualquiera?

–En Hakuna el mensaje es mucho más importante. En Hakuna se le quiere dar más importancia a lo que se dice, porque ese es el fundamento; todo lo que ellos están diciendo en sus canciones y todo lo que expresan sus canciones es lo que quieren ofrecer al mundo. Eso es lo primero, y luego nos puede valer un tipo de estética u otro. Al final, hemos hecho absolutamente de todo: hemos metido acordeones, hemos metido cuartetos de cuerda, hemos metido guitarras con distorsión como de rock and roll, hemos metido blues con piano… Todo vale con tal de que el mensaje llegue como tiene que llegar, y que vaya acorde con la identidad de Hakuna Music, que es el coro.

Muchas de las canciones que llegan al estudio ya se han tocado en las AdoracionesÍñigo GuerreroProductor musical de Hakuna

– ¿Se puede decir que el coro es un espejo de los que también participan en los conciertos o de los que escuchan las canciones por su cuenta?

– Es un espejo de los que participan en el concierto y de la gente de las Adoraciones eucarísticas, que es donde realmente se empiezan a fraguar las canciones. Muchas de las canciones que llegan al estudio ya se han tocado en las Adoraciones. No se trata solamente de que la gente lo coree en los conciertos. No; yo creo que viene de atrás, viene de una gente que, en medio de una Adoración, ha querido cantar eso al Señor.

–¿La música de Hakuna es una música que escuchas en el coche, escuchas en el concierto, en casa, en el trabajo? ¿O es solo música de parroquia o de Adoración al Santísimo?

–Es todo a la vez. La premisa –tú lo has dicho– es que se puede escuchar en cualquier sitio. El otro día me dijo mi hermano que había un junior en su empresa, un jovencito, que estaba escuchando una canción de Hakuna, y la había mezclado en la lista de reproducción después de un reguetón. ¿Es posible? Sí, es posible. De hecho, ahora, si te metes en la lista de las cincuenta más virales de España en Spotify, hay cuatro canciones de Hakuna metidas. Huracán es el número tres dentro de Spotify. En España es la tercera canción más viral. Eso quiere decir que la gente está continuamente pasándosela y escuchándola en las listas. Y eso es algo maravilloso. Es maravilloso que hayamos conseguido entre todos que la música de Hakuna la pueda escuchar gente de muchas edades, gente joven, y gente mayor.

Iñigo GuerreroEl Debate

–Hakuna música y Hakuna como vida de fe. ¿Lo uno lleva a lo otro?

–En Hakuna uno vive lo que canta y canta lo que vive. Todo lo que se viva en Hakuna se canta, y todo lo que se canta en Hakuna se va a vivir. Puede ser una Adoración, o puede ser simplemente un gesto de cariño o de solidaridad. O una sensación de estar abrumado y no poder con tu alma… Todo eso se transforma en canción y se procura que en Hakuna eso se cante como se esté viviendo.

–¿La importancia del coro puede que tenga que ver con la idea de que uno no vive solo la fe, sino que está acompañado y acompañado?

–¡Ah, claro! Claro que tiene mucho que ver. Lógicamente, es música que parte de un sentimiento de comunidad, de algo que se ha vivido desde la comunidad. Es curioso, porque hay gente que ha tenido vivencias personales súper profundas, y escuchas la canción y dices: «Esto es la bomba, esto me encanta», pero ves que la gente de Hakuna necesita vivirlo como tú dices, más en comunidad, junto con otras personas.

Guerrero, durante su entrevista con El DebateEl Debate

–Hay quienes critican a Hakuna o su música arguyendo que es un fenómeno muy sentimental.

–Hay distintas formas de vivir la fe, y hay gente a la que le ayuda mucho más algo que sea mucho menos musical y con mucho más silencio. Yo les entiendo. Pero Hakuna es una herramienta buenísima para mucha gente, y hay gente a la que le ayuda muchísimo a vivir la fe. Y no estoy nada de acuerdo con esa crítica del sentimiento. Más que nada, porque lo vives por dentro. De hecho, en más de una canción hablan sobre eso, y hablan muchas veces de cómo hay que seguir teniendo fe sin sentimiento. A mí eso me encantó. Es algo de lo que don José Pedro habla mucho. Dentro de esas canciones incluso quieren dar mensajes de cómo se puede también vivir el amor sin sentirlo, que es algo radical. Esa frase es escandalosa totalmente, pero es cierta.

–Cuando empiezas a producir la música ¿te imaginas el éxito que ha llegado a alcanzar?

–Para nada. Pero no son solo canciones. Cuando se hace una canción o un disco de Hakuna, en realidad, se hace mucho más. Forma parte de algo más grande que no es sólo estrictamente musical. Son oraciones, son pensamientos, son guías. Que al final forma parte de un todo un poquito más grande, que es lo que sería realmente el movimiento de Hakuna. Cuando tienen una viralidad tan grande estas canciones es en parte porque la gente quiere escuchar ese tipo de música. Pero en realidad la lectura es doble; quieren escuchar ese tipo de música y quieren que les cuenten ese tipo de cosas. Es maravilloso, porque estás haciendo algo musical y trascendente también. Y realmente la gente lo está buscando.