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Reunión de Popiełuszko con los trabajadores del astillero de Gdańsk

19 de octubre, aniversario del asesinato del beato Jerzy Popieluszko por los comunistas en Polonia

Su religiosidad le llevó a ser víctima de los ataques anticatólicos de los comunistas durante el servicio militar obligatorio

El 19 de octubre es desde el 2018 el Día Nacional de la Memoria del Clero Irreductible, aquel que hizo frente al comunismo, preservando la fe católica y la identidad nacional polaca. El día elegido es el del asesinato del padre Jerzy Popieluszko, el sacerdote más relevante de los que fueron asesinados, y que fue beatificado por san Juan Pablo II.

Popieluszko durante una Misa católica

El martirio de Jerzy Popieluszko por los comunistas, con el paso del tiempo, va quedando en la penumbra. Sin embargo, su ejemplo subraya la importancia de ser católico en nuestra sociedad ante los nuevos totalitarismos. Él supo ayudar y articular una sociedad libre frente al totalitarismo comunista, sirviendo como director espiritual en el sindicato Solidaridad y celebrando sus famosas Misas de campaña contra la dictadura comunista.

¿Pero quién fue este sacerdote?, Jerzy Popieluszko nació el 14 de septiembre en Okopy, provincia de Bialystok, en el seno de una familia rural, profundamente católica. Su religiosidad le llevó a ser víctima de los ataques anticatólicos de los comunistas durante el servicio militar obligatorio. Tras cumplir con sus estudios eclesiásticos en Varsovia, fue ordenado sacerdote por el carismático cardenal Stefan Wyszynsky, un 28 de mayo de 1972. Destinado como párroco de la Iglesia de San Estanislao de Kostka, desarrolló una intensa labor social con los más débiles de la sociedad. Capellán de Solidaridad, el sindicato que se convirtió en movimiento de liberación nacional, defendió los derechos de la dignidad de la persona, y estimuló el perdón al verdugo. Por su labor de liderazgo social, pronto fue amenazado y espiado por los servicios de seguridad comunistas. Sus principales acciones, sin embargo, nunca fueron políticas, sino celebrar las Misas por la Patria, y dirigir encuentros con los jóvenes, donde se explicaba las enseñanzas antropológicas y de Doctrina Social de la Iglesia desarrolladas por el cardenal Stefan Wyszyński y el futuro Papa San Juan Pablo II.

Sólo debemos tener miedo de traicionar a Cristo por cuatro monedas de estéril tranquilidadHomilía del P. Popieluszko

En una de sus famosas homilías el P. Popieluszko había dicho: «Solidaridad representa la esperanza de apagar el hambre en el corazón del hombre, el hambre de amor, de justicia y de verdad. No se puede pisotear esta palabra y fingir que pertenece a un pasado poco loable. En todo el mundo esta palabra se pronuncia con respeto. Nuestro Santo Padre dice que es una palabra digna de alabanza, y ha sido honrada con el más grande reconocimiento el mundo: el premio Nobel de la Paz a la Madre Teresa.

Nuestras esperanzas de agosto de 1980 viven todavía y nosotros tenemos el deber de seguir cultivándolas en nuestro interior y compartirlas con nuestros hermanos. Hace falta quitarnos el peso del miedo que nos paraliza, que inmoviliza los corazones y mentes de los hombres. Repito aquí una frase que habéis oído con frecuencia: 'Sólo debemos tener miedo de traicionar a Cristo por cuatro monedas de estéril tranquilidad'».

Pero el 19 de octubre de 1984 cuando regresaba de Bydgoszcz, una pequeña localidad cercana a la ciudad de Torun, una ciudad universitaria del occidente polaco, fue secuestrado por tres funcionarios del ministerio del Interior, y salvajemente torturado. Apareció al día siguiente ahogado con una piedra en el fondo del río Vístula. D. Jerzy Popieluszko había muerto mártir con 37 años. Su funeral se convirtió en una manifestación anticomunista y de profundo fervor religioso con la asistencia de 600.000 personas en el sepelio, acompañando a sus padres. Tres años después, Juan Pablo II visitó su tumba, al lado de su fiel y querida parroquia de S. Estanislao de Kostka y rezó por su compañero en el presbiterado.

Su funeral se convirtió en una manifestación anticomunista y de profundo fervor religioso con la asistencia de 600.000 personas

El 6 de junio de 2010 fue beatificado Jerzy Popiełuszko. La celebración en la Plaza del Mariscal Józef Pilsudski, fue presidida por monseñor Angelo Amato SDB, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y representante del Santo Padre, ante miles de personas que rebosaban la enorme plaza varsoviana. El último asesinado por los comunistas en Polonia llegaba a los altares de la beatificación. Desde su muerte, 18 millones de personas habían acudido a venerar sus restos. «El Padre Popiełuszko, con las únicas armas espirituales de la verdad, de la justicia y de la caridad, buscó mantener y testimoniar la libertad de su conciencia de ciudadano y sacerdote» (Ángelo Amato SDB, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos).

El director Rafal Wieczynski dirigió la película Jerzy Popiełuszko, la libertad está en nosotros, sobre la vida martirial del sacerdote polaco, que nos sirve para volver a recordarlo en el Día Nacional de la Memoria del Clero Irreductible.