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David y Goliat por Tiziano

David y Goliat por TizianoWikimedia Commons

Anaquitas y Goliat: ¿quiénes son los gigantes de la Biblia?

La biblia hace referencia a «gigantes» en varias ocasiones, pero ¿existieron realmente estos gigantes bíblicos?

En el antiguo testamento aparecen mencionadas hasta en seis ocasiones razas de gigantes como los anaquitas, o hijos de Anaq que el Deuteronomio describe como «un pueblo grande y corpulento», o como Goliat, que es quizás el más famoso.

Los Nefilim

La primera mención a estos hombres altos y corpulentos aparece en el Génesis: «En aquellos días, y aún después, había gigantes en la tierra. Los hijos de los dioses se acercaron a las hijas de los hombres y tuvieron hijos de ellas: son los héroes de antaño, hombres de renombre». En otras traducciones estos gigantes son llamados «Nefilim».

Según el texto esta raza de gigantes, los Nefilim, son fruto de la unión entre «hijos de los dioses» y «las hijas de los hombres»; los dioses a los que se refiere el Génesis son a veces interpretados o comparados con ángeles caídos.

El libro de Enoc, exluido de la Biblia excepto en la Iglesia Ortodoxa etíope se relata que «cuando los hijos de los hombres se multiplicaron» nacieron hermosas mujeres, y cuando «los ángeles, los hijos del cielo, los vieron, se enamoraron de ellos; y se dijeron el uno al otro: Escojamos esposas de la raza de los hombres, y tengamos hijos con ellas».

Estos gigantes más cercanos a seres mitológicos que a humanos reales, desaparecieron tras el diluvio universal. Sin embargo, más adelante la Biblia menciona a otros gigantes, pero estos, más que seres mitológicos de cien metros, son razas de hombres más grandes y corpulentos que el pueblo de Israel.

Pueblos de gran estatura

En el libro de los Números, por ejemplo, Moisés envía a los principales de cada tribu israelita a explorar la tierra de Canaán; tras cuarenta días, los exploradores vuelven y explican a Moisés que «toda la gente que hemos visto allí es gente alta. Hemos visto también gigantes, hijos de Anaq, de la raza de los gigantes» (Números, 13, 32-33).

Los ankim o anakitas, son los descendientes de Anaq , quien a su vez era descendiente de los refaítas, una tribu cananea que se asentó en las colinas de Judá y la llanura filistea.

Precisamente estos gigantes, los refaítas, fueron expulsados de Colinas de Hebrón, según el Génesis por Quedorlaomer Rey de Elam, dirigente de una confederación de reyes de Mesopotamia y del norte de Siria que invadió y subyugó Transjordania.

Los refaítas que quedaron en la costa occidental de Palestina, se mezclaron con pueblos procedentes de Creta que se habían asentado en la costa, dando lugar a los filisteos y fenicios.

De hecho, el famoso Goliat también es descendiente de estos refaítas, pues según la Biblia es filisteo; el primer libro de Samuel lo describe así: «Salió de las filas de los filisteos un hombre de las tropas de choque, llamado Goliat, de Gat, de seis codos y un palmo de estatura», (1 Sam 17, 4) seis codos y un palmo corresponden a unos 3 metros y medio.

Los gigantes que aparecen en la Biblia son por tanto, seres mitológicos propios de la cultura mesopotámica, o bien referencias a hombres de mayor envergadura que encontraba el pueblo de Israel en su camino a la Tierra prometida.

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