«Él había de resucitar de entre los muertos»
Esta es la noticia que ha cambiado el mundo y la historia de la humanidad, pues si Jesús ha resucitado de entre los muertos quiere decir que todo lo que dijo acerca de sí mismo es verdadero
La verdad es que nadie lo esperaba. Menos María, su madre. Todos los demás consideraban que esa historia tan bella que habían vivido con el rabino Jesús de Nazaret, había terminado en el más terrible de los fracasos, pues al final murió como un delincuente, entre burlas, desprecios y traiciones. No les vino a la mente el anuncio que tantas veces había compartido con ellos: que era necesario que el Mesías padeciese para entrar en su gloria.
Pero de repente una mujer, María Magdalena, les dice que no es verdad que se han llevado el cuerpo, pues ella misma se ha encontrado con Jesús vivo, resucitado, físicamente, con un cuerpo lleno de belleza y con las llagas abiertas como signo de su eterno amor.
Esta es la noticia que ha cambiado el mundo y la historia de la humanidad, pues si Jesús ha resucitado de entre los muertos quiere decir que todo lo que dijo acerca de sí mismo es verdadero. Cuando algunos judíos le pedían una señal que autentificara su misión, él siempre se refería a la resurrección como manifestación que el Padre celestial aceptaba la ofrenda de su vida en la Cruz.
Pero la resurrección de Cristo no es solamente un final feliz de su historia, pues nos afecta a todos de tal modo que cambia el significado de nuestra vida, pues el sepulcro ya no es nuestro último destino sino la estación de salida para la eternidad. La tumba se convierte en el lugar del triunfo y no del fracaso porque Jesús ha querido unir nuestro destino al suyo, de tal modo que a todos los que creen en su Nombre les da la vida definitiva y él los resucitará en el último día.
Entonces todo cobra un nuevo significado, pues las cosas más sencillas hechas por amor y en unión con Cristo tienen un valor infinito. Ya no hay vidas inútiles, malogradas o anónimas, pues cada instante de nuestra vida ha sido amado y bendecido por nuestro Redentor, que ha querido asociarnos a su victoria sobre la muerte. Hoy es el día más importante de la historia del cosmos, pues Dios decide rescatar a la creación del destino fatídico que le esperaba: una historia de desgaste en la que la humanidad se diluiría como algo anecdótico dentro del proceso de la creación. No podemos dejar de asombrarnos ante tanto amor, elevando nuestras voces con las de todos los creyentes de la historia que han glorificado al Señor.