Cien jóvenes caminan desde Barcelona a la JMJ de Lisboa para «testimoniar la alegría del amor de Dios»
Los jóvenes «se sumergirán en la oración, la formación, la renuncia y la vida comunitaria, fortaleciendo su fe y preparándose para un encuentro transformador con el Papa Francisco»
Cuarenta días –los mismos que pasó Jesús en el desierto– es lo que va a tardar un grupo de jóvenes en llegar desde Barcelona hasta Lisboa, una peregrinación que les llevará desde las parroquias de Sant Mateu y Sant Rafael hasta la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebra entre el 1 y el 6 de agosto.
Con los 1.276 kilómetros que separan la ciudad condal y la capital portuguesa, el grupo tiene como objetivo «testimoniar la alegría del amor de Dios allí donde pasemos», afirma el sacerdote que les acompaña, Ferrán Lorda, al semanario Alfa y Omega.
Desde ambas parroquias han hecho público un comunicado conjunto en el que aseguran que los jóvenes «se sumergirán en la oración, la formación, la renuncia y la vida comunitaria, fortaleciendo su fe y preparándose para un encuentro transformador con el Papa Francisco».
Este lunes ha dado comienzo su peregrinación. Ese día recorrieron la primera etapa, 27 kilómetros entre Nou Barris y Castelldefels que han caminado con ilusión y alegría. Lorda cuenta que tras su paso por la localidad la responsable de Cáritas le ha llamado por teléfono para darle las gracias. «Está acostumbrada a ver gente triste y preocupada y encontrarse las sonrisas y el agradecimiento de los jóvenes ha sido enriquecedor».
Una cruz abre la comitiva y con sus camisetas y su palabra van en una especie de catequesis itinerante. «No puedes testimoniar al Señor si no lo llevas contigo», afirma el sacerdote.
Su viaje tiene una motivación solidaria también: restaurar la antigua capilla del Instituto Mental y la construcción de un nuevo centro parroquial. El cardenal Juan José Omella ha sido el encargado de poner y bendecir la primera piedra dando inicio a las obras. Cada paso de este camino simbolizará un paso más hacia esta restauración. Es por eso por lo que se buscan patrocinadores que donen 1€ por cada kilómetro de ruta que servirá para financiar el proyecto de restauración.
La primera de las donaciones les llegó antes incluso de haber salido de casa. Viendo la misa de envío por la televisión, oficiada por Omella, una mujer de Cádiz les entregó 120 euros.
Esta peregrinación representa una oportunidad única para los jóvenes del barrio, así como para el proyecto de las parroquias de Sant Mateu y Sant Rafael de la Guineueta, que quieren recuperar el patrimonio histórico, cultural y de fe del barrio y que su templo se convierta en un lugar de encuentro de todas las entidades de la zona.