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La compra de una de las familias beneficiarias de Cirineo

La compra de una de las familias beneficiarias de CirineoCedida

Cirineo, la 'startup' que consigue que los jóvenes cambien sus montaditos por ayudar a los necesitados

La plataforma solidaria creada por Nacho Guitard y Carlos Martín cuenta ya con 274 donantes, y sigue creciendo: «Dios está en medio de todo esto», aseguran

«Cinco euros al mes, igual de barato que seis montaditos y dos cervezas en el 100 Montaditos». Es la propuesta low cost de Cirineo, una startup española que arrancó en 2022 y que se ha marcado el desafío de conseguir que los jóvenes donen cada mes para que familias necesitadas puedan llenar la cesta del supermercado o acudir al psicólogo. De momento lo están consiguiendo: la edad media de sus 274 «cirineos», o donantes, es de 31 años.

Los responsables de Cirineo son Nacho Guitard y Carlos Martín, de 29 y 27 años, respectivamente. «En España somos muy solidarios: lideramos los ránquines en donación de sangre, vamos a voluntariados… pero no solemos donar, porque no nos fiamos», explica Martín. Para desbloquear esta situación, Cirineo promete una transparencia total: los donativos individuales se agrupan en vales de compra, y una vez que el beneficiario los ha consumido envía el ticket de la compra y una foto –además de un mensaje de agradecimiento–, para que el donante vea el impacto real de su solidaridad.

«Cada céntimo» para las familias

Cirineo está presente a día de hoy en cuatro ciudades españolas –Madrid, Barcelona, Lugo y Guadalajara–, y sus vales pueden gastarse, por ahora, en los supermercados Día o en las consultas de los psicólogos que colaboran con la plataforma. «Los proveedores nos pagan después una comisión, pero el 100 % de los donativos, cada céntimo, va íntegro a las familias beneficiarias», destaca Martín.

El joven empresario celebra la acogida que está teniendo este modelo: «El 85 % de nuestros donantes son recurrentes», detalla. Cada cirineo dona mensualmente lo que quiere, sean cinco euros, diez –«más barato que Netflix sin anuncios», recuerdan– o 150, el máximo que tienen. «A día de hoy –celebra Martín–, Cirineo gestiona 49.560 euros en donaciones anuales recurrentes».

Carlos Martín y Nacho Guitard, fundadores de Cirineo

Carlos Martín y Nacho Guitard, fundadores de CirineoCedida

No obstante, los vales que ofrece Cirineo son limitados: 50 euros para el supermercado y 60 para la visita al psicólogo. «Lo hacemos para que no se genere dependencia; no solo queremos ayudarles sino que salgan adelante», explica Martín. Con este objetivo, han creado grupos y encuentros para que las familias de cada ciudad se conozcan y puedan apoyarse mutuamente, y que las que dejen de necesitar la ayuda se conviertan en mentoras de las que vengan detrás.

Para seleccionar a las familias beneficiarias, trabajan con Cáritas parroquiales y con Red Madre, aunque entre sus objetivos está aumentar las colaboraciones con asociaciones. También quieren ampliar el abanico de servicios que ofrecen a las familias: «Ropa, ayuda escolar, vivienda, oftalmología… e incluso servicios legales, porque muchos beneficiarios vienen de fuera y necesitan un abogado», detalla Martín.

Un bocata y un café

El proyecto de Cirineo arrancó de forma providencial, con una pregunta. Nacho Guitard acababa de llegar a Barcelona, recién casado, y cada día se cruzaba con Jordi, un hombre que pedía dinero en la calle. Como no llevaba efectivo, y no se fiaba de dónde podría acabar ese dinero, decidió dejarle pagado cada día a Jordi un bocata y un café en el bar de enfrente. Esto le llevó a plantearse: «¿Y por qué no hago esto a gran escala?».

Aquella pregunta se materializó en una primera búsqueda de cirineos en sus círculos cercanos, y más adelante Guitard propuso a Martín –a quien conocía del colegio y del equipo de fútbol, y que trabajaba en el sector del emprendimiento– ser su socio. «Yo soy el cirineo número 17, y acepté su propuesta porque quería hacer algo con propósito, impactar en el mundo… ¡y nada mejor que ayudando a los demás!». Martín se incorporó al equipo en junio de 2023, y desde entonces el número de donantes ha pasado de un centenar a los 274 actuales.

Cargando la cruz

Tanto Guitard como Martín se confiesan como católicos, y tienen claro que Cirineo responde a una vocación. «Dios está en medio de todo esto, cómo nos puso en camino, algunas cosas que nos han ocurrido… Nos apoyamos en Él en todo este recorrido», explica Martín. El propio nombre de Cirineo responde a esta inquietud: la RAE describe a un cirineo como «una persona que ayuda a otra en algún trabajo penoso», en referencia a Simón de Cirene, el hombre que ayudó a Jesucristo a cargar la cruz camino del Calvario.

«De hecho, el nombre original es Cirineo V: por Vallecas –el proyecto empezó en la parroquia de San Ramón Nonato– y porque la quinta estación del Vía Crucis es cuando Simón de Cirene ayuda a Jesús», explica Martín. ¿Y en el futuro? «Nacho y yo –adelanta Martín– tenemos una idea futura para desarrollar una aplicación que pueda ayudar directamente a personas que estén en la calle; le queremos poner el nombre de la Verónica».

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