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Retablo de los Siete Gozos de la Virgen, de Pere NicolauMuseo de Bellas Artes de Valencia

Navidad 2024  La alegría de vivir y el espíritu religioso de Juan Ruiz: una lectura navideña del 'Libro del Buen Amor'

El Arcipreste de Hita se erige como una de las personalidades más originales de nuestra literatura –y no solo de la del siglo XIV–, ya que todos los elementos sacados por Juan Ruiz de sus numerosas fuentes se transforman y rejuvenecen en sus manos

Juan Ruiz sabe aunar la alegría del vivir con la seriedad moralizadora del clérigo. En su compleja obra el Libro de Buen Amor, junto a una intencionalidad didáctica –de la que se vale para ridiculizar el amor sexual y la corrupción de los clérigos– y a un hondo espíritu religioso, se advierte, también, un elevado grado de condescendencia con las flaquezas humanas, así como un humor malicioso que refleja un temperamento burlón y, en ocasiones, hasta procaz.

Y aunque es cierto que muchas influencias literarias pueden señalarse en el Libro de Buen Amor, también lo es que el Arcipreste de Hita se erige como una de las personalidades más originales de nuestra literatura –y no solo de la del siglo XIV–, ya que todos los elementos sacados por Juan Ruiz de sus numerosas fuentes se transforman y rejuvenecen en sus manos, enriqueciéndose con innumerables rasgos originales que son creación, precisamente, de su genial humorismo.

El Libro de Buen Amor está escrito, en su parte narrativa, siguiendo la cuaderna vía, que alcanza una extraordinaria flexibilidad; mientras que la parte lírica de la obra está compuesta en versos de arte menor, fundamentalmente hexasílabos y octosílabos; y con empleo preferente del zéjel –llamado entonces «estribote»–. Las múltiples combinaciones estróficas ensayadas por Juan Ruiz ponen de manifiesto también su talento como versificador.

En las composiciones de carácter religioso, Juan Ruiz manifiesta su fervorosa devoción a Santa María. Así puede observarse en las cuatro canciones religiosas sobre el tema de los Siete Gozos de la Virgen (estrofas 20-32, 33-43, 1635-1641 y 1642-1649). De estos gozos solo hemos recogido, de la tercera vez que aparecen en la obra (estrofas 1635-1641) los gozos referidos a la Anunciación, el Nacimiento y la Epifanía, (estrofas 1635-1638, la primera de las cuales sirve de introducción), estrofas que son lo suficientemente elocuentes como para comprobar la gracia popular y la sencillez del Arcipreste de Hita.

En este caso, Juan Ruiz ha efectuado agrupaciones de ocho versos, predominantemente heptasílabos, con presencia de algunos tetrasílabos, y con diferentes rimas consonantes en los mismos versos de las distintas estrofas (1-3, 2-4-8 y 5-6-7), que demuestran su maestría en la versificación a la que antes aludíamos.

Gozos de Santa María

Madre de Dios gloriosa,
Virgen Santa Marya,
fija e leal esposa,
del tu fijo Mexía,
tú, señora,
dame agora
la tu graçia toda ora,
que te sirva todavía.

Porque servirte cobdiçio
yo, pecador, por tanto
te ofresco en serviçio
los tus gosos que canto:
el primero,
fue çertero
Ángel a ty menssajero
del Spíritu Santo:

Conçebiste a tu Padre.
Fue tu goço segundo,
quando lo pariste, Madre:
syn dolor salió al mundo.
Quál naçiste,
bien atal rremaneçiste,
Virgen del Santo mundo.

El terçero la estrella
guió los Reyes, por o
venieron a la lus della
con su noble thesoro,
e laudaron
e adoraron
al tu fijo presentaron
ençienso, mirra, oro.