La película sobre la Madre Teresa de Calcuta que se estrena en octubre
Durante los días 3 y 4 de octubre de este año la película documental Mother Teresa: no greater love se estrenará en casi 1.000 salas de cine repartidas por todo el mapa estadounidense
La Madre Teresa de Calcuta es una de las santas contemporáneas más influyentes de nuestro tiempo. Su legado ha creado numerosas vocaciones que se dedican al cuidado de los más pobres entre los pobres. «Tengo sed» dijo Jesús en la cruz, y la Madre Teresa lo recordaba a diario. Ella dedicó su vida a los más pobres, dejando todo y marchando a Calcuta. Fundó las Misioneras de la Caridad que hoy en día se extienden por cada rincón del mundo.
Durante los días 3 y 4 de octubre de este año la película documental Mother Teresa: no greater love se estrenará en casi 1.000 salas de cine repartidas por todo el mapa estadounidense. La película está dirigida por David Naglieri y producida por los Caballeros de Colón. La finalidad del largometraje es recordar a la santa de los pobres en el vigesimoquinto aniversario de su muerte.
El documental se ha rodado a lo largo y ancho de los cinco continentes. Se han visitado numerosas casas de las Misioneras de la Caridad y se ha entrado a fondo en su labor y sus vidas y cómo la Madre Teresa sigue presente en el día a día de las hermanas. Asimismo, la película cuenta con material inédito que nos acerca aún más a la vida de esta gran santa del siglo XX.
Sencillez y santidad
«Quiero ser misionera para llevar la vida de Cristo a la gente en los países de misión», dice al comienzo del documental. A lo largo de este, religiosas que convivieron con ella o la conocieron en alguna ocasión relatan cómo era la santa desde la cercanía: «Era una mujer pequeña, menuda, encorvada, pero con una presencia imponente. Podías sentir su aura, pero no un aura de poder, sino un aura de sencillez y santidad».
Una misionera cuenta que para la Madre Teresa no había «gente prescindible: todos tenían dignidad y valor porque estaban hechos a imagen de Dios». El Señor la llamó para ayudar a los pobres, y según otra de sus compañeras «Hizo un llamativo voto a Dios: nunca rechazar nada que Él le pidiera»; «Era fuerte, firme, quería amar hasta que doliese».
«Cuando sonreía con las arrugas de su rostro, era casi como una exclamación de alegría» señala otra misionera. «Odiaba la publicidad y sufría con la celebridad, pero las aceptó si servían para ayudar a los pobres». Al final, la santa vuelve a hablar y finaliza haciendo un guiño a la oración de san Francisco de Asís: «Señor, hazme instrumento de tu paz; donde haya odio, ponga yo amor; donde haya desesperación, esperanza; donde haya sombras, yo traiga vida».