Los obispos norteamericanos denuncian el «inmoral sistema migratorio» de EE.UU
Mario E. Dorsonville denuncia el sistema obsoleto de inmigración estadounidense y reclama la plena integración de los inmigrantes, que están «imbuidos con una dignidad inviolable»
El obispo Mario E. Dorsonville, presidente del Comité de Migración de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB), ha publicado un documento titulado Migration and the Judgement of the Nations en el que denuncia el sistema migratorio estadounidense.
El documento lo encabeza un versículo del evangelio de san Mateo en el que destaca «era forastero, y me acogisteis» (Mt 25, 35).
Comienza recordando cómo «en los últimos días y semanas, hemos sido testigos de la preocupante convergencia de nuestro sistema de inmigración obsoleto y las divisiones políticas infligiendo a hombres, mujeres y niños que buscan refugio en nuestro país».
Denuncia que, a veces intencionadamente, se engaña a los inmigrantes para transportarlos y obtener réditos impropios de una «sociedad moral»; asimismo, se muestran profundamente preocupados por la proliferación de políticas como las del 'Titulo 42' que niegan el acceso a protección humanitaria a los inmigrantes.
Ninguna de las dos situaciones «refleja un sistema de inmigración 'seguro, ordenado y humano', su irreverencia por la vida humana es demasiado común en nuestra cultura actual».
«Durante décadas –apunta el obispo– los obispos nos hemos unido a un creciente reclamo de reforma para sobrevenir los muchos fallos en el sistema actual. Esa fue la inequívoca opinión del Comité Administrativo celebrado en marzo».
"Estados Unidos es una nación de inmigrantes. Cuando Cristo regrese en el último día, su juicio revelará la veracidad de esa noción
Continúa indicando que dicha reforma debe «proveer la plena integración para los residentes de larga duración, promover la unidad familiar, preservar y fortalecer la protección humanitaria, priorizar alternativas más dignas que la detención»; y critica que la división partidista impide la necesaria intervención del gobierno.
Bajo el mandato claro de Jesucristo en el evangelio de san Mateo, añade, «la comunidad católica estadounidense permanece firme en su cometido de acoger al forastero, especialmente a los más vulnerables. Ya sean afganos, ucranianos o venezolanos, todos están imbuidos por Dios con una dignidad inviolable. Este es el fundamento de la defensa inquebrantable de la Iglesia de la vida humana en todas sus formas». Finaliza el documento recordando que Estados Unidos es una «Nación de inmigrantes. Cuando Cristo regrese en el último día, su juicio revelará la veracidad de esa noción. Que cada uno de nosotros, especialmente los que llevan las cargas del liderazgo, sea juzgado digno de heredar el reino de Dios, por haberse esforzado en construirlo en la Tierra», concluye el arzobispo norteamericano.