Sviatoslav Shevchuk, arzobispo ucraniano: «Rusia solo quiere la destrucción de Ucrania»
El arzobispo ha agradecido al Papa todas sus oraciones y esfuerzos «para detener la guerra y mediar en la paz, liberar rehenes y prisioneros y organizar la solidaridad universal»
Aunque el Papa Francisco ha pedido a los líderes rusos y ucranianos que negocien el fin de la guerra, pero el jefe de la Iglesia católica ucraniana le ha reconocido que «Rusia solo quiere la destrucción de Ucrania».
El arzobispo ucraniano Sviatoslav Shevchuk de Kyiv-Halych se ha reunido con el Papa Francisco por primera vez desde que Rusia comenzó la guerra a fines de febrero, aunque han hablado por teléfono en muchas ocasiones.
El arzobispo Shevchuk ha entregado al Papa «un fragmento de una mina rusa que destruyó la fachada del edificio de la iglesia católica ucraniana en la ciudad de Irpin, cerca de Kyiv, en marzo», dijo la oficina del arzobispo. «Es un regalo muy simbólico, no solo porque Irpin fue una de las primeras 'ciudades mártires' afectadas por la agresión rusa contra Ucrania, sino también porque se extraen piezas similares de minas terrestres de los cuerpos de soldados, civiles y niños ucranianos, un signo visible de la destrucción y muerte que la guerra trae cada día».
Barbarie de mercenarios
Al regresar al Vaticano de su visita de Baréin, el Papa Francisco había dicho a los periodistas que viajaban con él que el Vaticano está «constantemente atento» a lo que sucede en Ucrania y que la Secretaría de Estado continúa haciendo lo posible y ha trabajado entre bastidores para ayudar a organizar los intercambios de prisioneros.
Es la negación del derecho mismo a la existencia del estado ucraniano
El Papa también dijo a los periodistas que cree que la crueldad de los ataques contra Ucrania y sus civiles es obra de mercenarios, no de rusos, que son «un gran pueblo» y tienen un fuerte «humanismo».
Al reunirse con el arzobispo Shevchuk, el papa Francisco ha reiterado el compromiso de la Santa Sede de poner fin a los enfrentamientos y encontrar una manera de obtener «una paz justa», dijo la oficina del arzobispo.
«La guerra en Ucrania es una guerra colonial, y las propuestas de paz que vienen de Rusia son propuestas de apaciguamiento colonial», ha señalado el arzobispo al Papa. «Estas propuestas implican la negación de la existencia del pueblo ucraniano, su historia, cultura e incluso la iglesia. Es la negación del derecho mismo a la existencia del estado ucraniano, reconocido por la comunidad internacional con su soberanía e integridad territorial».
Aún así, el arzobispo ha agradecido al Papa todas sus oraciones y esfuerzos «para detener la guerra y mediar en la paz, liberar rehenes y prisioneros y organizar la solidaridad universal de la Iglesia Católica en nombre del pueblo ucraniano que sufre».