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Nigeria se está convirtiendo en un infierno para los cristianosGTRES

Cristianos perseguidos

En Nigeria secuestran a otros diez cristianos, entre ellos un sacerdote

«Vivimos una situación muy triste porque en el estado están ocurriendo muchas cosas que no se denuncian», lamenta el reverendo Joseph Hayeb

El padre Abraham Kunat ha sido secuestrado por hombres armados en el área de gobierno local de Kachia, en el estado de Kaduna, en el norte de Nigeria. El secuestro ha tenido lugar alrededor de la medianoche de ayer, 8 de noviembre, en St Mulumba, Kurmin Sara. El canciller de la archidiócesis de Kaduna, el padre Christian Okewu Emmanuel, ha declarado a los medios de comunicación locales que el padre Kunat es párroco de la iglesia de San Bernardo, Idon Gida, en el gobierno local de Kachia. El canciller también ha señalado que, debido a la situación de inseguridad en la zona, el sacerdote secuestrado residía en la parroquia de San Mulumba, en donde a pesar de ello, lo han secuestrado, según informa Agencia Fides.

Objetivo frecuente de bandidos

El presidente de la rama de Kaduna de la Asociación Cristiana de Nigeria, el reverendo Joseph Hayeb, ha confirmado el secuestro del sacerdote y ha declarado: «vivimos una situación muy triste porque en el estado están ocurriendo muchas cosas que no se denuncian», además ha subrayado que hay que hacer mucho más para proteger a los ciudadanos de los criminales que los aterrorizan.

Como confirmación de las palabras del reverendo Joseph Hayeb, siempre en el estado de Kaduna, un grupo armado ha atacado la llamada «aldea del petróleo», situada cerca de la refinería de Kaduna. El grupo armado de unos 15 hombres irrumpió en el pueblo la noche del 7 de noviembre en busca de casas para saquear. Al escapar, tomaron a nueve personas como rehenes. Uno de ellos consiguió posteriormente escapar de las manos de los secuestradores.

La aldea del petróleo es un objetivo frecuente de los asaltos de los bandidos, hasta el punto de que los residentes, trabajadores empleados en la refinería local procedentes de toda Nigeria, llevan mucho tiempo pidiendo un puesto militar fijo en la aldea para protegerlos de nuevos asaltos.