Monseñor José Luis Ponce de León: «¿Quién está alimentando la violencia en Suazilandia?»
El obispo de Manzini, en el reino de Eswatini (la antigua Suazilandia), ofrece un testimonio sobre una crisis ignorada por el resto del mundo
El miedo «parece ser un elemento que se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana», escribe a la Agencia Fides Mons. José Luis Ponce de León, IMC, obispo de Manzini, en el reino de Eswatini (la antigua Suazilandia), ofreciendo un testimonio sobre una crisis ignorada por el resto del mundo.
Vacío lleno de violencia
Monseñor Ponce de Léon recuerda que la crisis iniciada en junio de 2021, se centra en la falta de diálogo entre el gobierno, la oposición y la sociedad civil. Y esto« a pesar de que existe un consenso generalizado sobre la necesidad de un diálogo nacional», escribe el obispo de Manzini. «Creo que todas las voces que están hablando desde junio de 2021 (el gobierno, las organizaciones políticas, Iglesias, las ONG...) han repetido el mismo llamamiento». Pero hasta ahora estos llamamientos han caído en saco roto. Un vacío que cada vez se llena con más violencia. No sólo por el ejército, que ahora se ha unido a la policía, cuando no la ha sustituido, sino también por las Fuerzas de Solidaridad de Suazilandia (SSF), un grupo armado de oposición que afirma «querer librar al país del rey Mswati».
Quién financia el miedo
«Se culpa a las SSF de los incendios provocados y de los asesinatos», dice el obispo Ponce de León. Sus miembros «amenazan con matar o prender fuego a las propiedades de quienes no hacen lo que se les ordena (por el SSF). No sé si alguien sabe quiénes son y quién los financia. Estas preguntas, por muy importantes que sean, rara vez se plantean».
Así que la población está atrapada entre dos fuegos: las fuerzas de seguridad y los miembros de las SSF. En este contexto de miedo e incertidumbre, el papel de los medios de comunicación es crucial. «Este es otro ámbito en el que hemos visto cambios. En el pasado solía decir que se podía encontrar poco sobre Eswatini en las redes sociales», dice el Obispo. «En muchos había una especie de autocensura: 'Mejor no hablar'». «Pero no es este el caso desde junio de 2021. Se puede leer mucho más en las páginas sociales y en la web. El reto es ser crítico con lo que se lee. Porque la información difícilmente es ‘independiente’ e ‘imparcial’ como proclaman los medios de comunicación». «Todos debemos cuestionar lo que se dice y lo que no se dice. Se puede señalar que los medios de comunicación estatales se limitan a informar sobre la violencia, pero lo mismo podría decirse de los que deciden no informar sobre lo positivo hecho por el gobierno porque podría no convenir a su causa.
Parece que no hay interés en lo que está ocurriendo aquí
Enfrentar a la población
Parece importante presentar al otro como el enemigo. Ambas partes dicen cosas en las redes sociales que no han sido probadas y que -la otra parte- niega que sean ciertas: ‘los mercenarios han entrado en el país’ y ‘hay extranjeros entre los soldados de nuestro ejército’ son dos ejemplos conocidos».
«La violencia y los medios de comunicación parecen ir de la mano», subraya el obispo. «La información puede utilizarse como arma para infundir ira, miedo y violencia. Aquí también hay que preguntarse: ¿quién paga? A veces en Twitter puedes encontrar las mismas publicaciones de diferentes ‘personas’ que muy probablemente no existen. Todo está montado con un objetivo: apoyar a un bando o a otro e influir en la lectura que la gente hace de la situación», afirma el obispo Ponce de León, que concluye con una reflexión sobre los medios de comunicación mundiales: «Estos días es interesante ver la falta de información sobre Eswatini más allá de nuestras fronteras. Los medios de comunicación, que antes hablaban tanto de nuestro malestar, ahora guardan silencio. Parece que no hay interés en lo que está ocurriendo aquí».