El bitcoin puede ser el futuro de las órdenes religiosas en la Nueva Evangelización
Mientras las carmelitas de Kenia han tenido que pedir ayuda porque se han quedado sin agua, las Benedictinas de María Reina de los Apóstoles de la ciudad de Kansas han adoptado el Bitcoin para construir una iglesia
Las Hermanas Carmelitas del Monasterio Carmelita de María Madre de Dios de Juja Farm, en Kenia, pidieron ayuda hace semanas para conseguir agua, tras rompérseles el motor de la bomba de extracción. Sus hermanas de La Habana recibían ayuda para seguir produciendo formas para la Misa por la carestía de trigo que sufren en la isla. Sin embargo, las Benedictinas de María, Reina de los Apóstoles en Kansas (EE.UU.) no parecen tener problema económico alguno, gracias a las nuevas tecnologías y ascenso de la nueva moneda bitcoin.
El capellán del monasterio, Matthew Bartulica, ha relatado la relación de estas monjas benedictinas con el bitcoin en este sentido:
«La vida monástica es probablemente el mayor ejemplo de vivir de cara al futuro. Se trata de transmitir las tradiciones a las generaciones futuras. Esto también tiene un gran impacto en la cultura, porque no se trata de satisfacer los deseos inmediatos, sino de construir un futuro mejor. El mundo actual no ofrece mucha esperanza porque no se valora nada, como ocurría en la antigua Roma. Los benedictinos ayudaron a reconstruir la civilización hace 1.500 años y creo que la vida de la Abadía es como una ciudadela, término popular entre los bitcoiners, que ayudará a reconstruir la civilización en el siglo XXI».
Bartulica es un sacerdote católico familiarizado con el bitcoin, de hecho hace referencias al economista Saifedean Ammous, autor de The Bitcoin Standard: obra que analiza el contexto histórico y las propiedades económicas que han facilitado el alza de la moneda virtual.
Estabilidad y orden
Ha sido el propio capellán quien ha enseñado a las religiosas a utilizar este tipo de monedas y asegura que tiene una la «misión» de convertir a las parroquias al estándar del Bitcoin, encontrando en las hermanas benedictinas muy dispuestas y capaces para su uso.
La madre Cecilia, abadesa del convento en Kansas, explica que «lo que estamos haciendo es construir la civilización. Nos aferramos a las tradiciones de la Iglesia y a las tradiciones que construyeron la cultura occidental. Somos estables, tenemos orden, sabemos lo que debemos hacer y lo hacemos cada día. Lo hacemos con amor, con diligencia», señala la monja.
«Algo que perdure»
La madre Cecilia se encontró por primera vez con el Bitcoin en 2017, cuando sus benefactores «sabían que teníamos la necesidad de construir la Iglesia y, «¡vaya si nos ayudaron! Quiero decir, vaya, qué bendición. Sin ella, no sé si todavía estaríamos pagando el préstamo de este hermoso edificio».
A pesar de la reputación que puedan tener los bitcoiners, esto es un ejemplo de generosidad a través de estas monjas, que han podido construir su iglesia gracias a la moneda.
Para terminar, la abadesa ha señalado el resultado que han tenido con la iniciativa de su capellán, Matthew Bartulica: «Hemos tenido un éxito muy bonito con donaciones de bitcoin muy grandes para ayudar a construir esta casa de oración. Si yo tuviera estos medios, querría ayudar a hacer bienes tangibles, no algo que dure 50 años, sino algo que perdure, algo que se transmita de generación en generación, para que dure mil años, como este monumento a la gloria de Dios».